Patricio Borghetti emergió como la figura clave en la delicada situación que vivió Ricardo Casares, conductor de "Venga la Alegría", al notar que algo no estaba bien y actuar rápidamente para llevarlo al hospital minutos antes de que comenzara la emisión del programa de hoy.
La angustia se apoderó de la producción del matutino de TV Azteca cuando, al mediodía, informaron al público que Casares había sufrido un infarto momentos antes de que iniciara el programa "La Zona de los Espectáculos".
El conductor de 43 años se encuentra ahora fuera de peligro, pero la mañana brilló por estar llena de tensión para la producción.
Fue Patricio Borghetti quien primero notó que Casares no estaba bien cuando lo vio tratando de recuperarse en una de las bancas fuera del estudio.
En una entrevista, Borghetti relató el orden de los acontecimientos, recordando que vio a Casares salir del foro con gestos de dolor en el pecho y decidió acercarse para averiguar qué le sucedía. Casares describió un dolor agudo en el pecho que se extendía a su brazo derecho, lo que hizo que Borghetti sospechara de un posible infarto.
Borghetti y Casares decidieron llamar a una ambulancia, pero finalmente Borghetti optó por llevarlo él mismo al hospital en el automóvil de Maru Silva, la productora del programa, para agilizar su atención médica.
Con la voz entrecortada por la emoción, Borghetti reconstruyó los eventos y destacó la importancia de que Casares no estuviera solo en casa cuando ocurrió el infarto.
"Fue una bendición que estuviera aquí, que todo quedara en un susto...", expresó emocionado.
"Te queremos, Ricky, te esperamos aquí pronto, recupérate, relájate, no veas el fútbol, solo calma, aquí estaremos esperándote cuando regreses, te queremos", concluyó Borghetti, visiblemente conmovido por la situación