La entrega arrancó con la aparición especial de Madonna desde el Barclays Center de Brooklyn, en Nueva York, quien celebró los 40 años del canal y dio la bienvenida a los premios para dar paso al primer show de la ceremonia a cargo de Bieber.
En un escenario rodeado de público, se presentaron artistas como Olivia Rodrigo, Camila Cabello y Sawn Mendes, y si bien los asistentes ya no guardaron sana distancia por la pandemia del Covid-19 gracias a la reducción de medidas en Estados Unidos, sí utilizaron cubrebocas.
El cantante canadiense llegó como el más nominado de la noche con nueve categorías de las que se llevó Mejor Pop y Artista del año. Al recibir este segundo galardón de manos de Connor Mcgregor, aprovechó para reflexionar sobre el contexto actual.
"Se los agradezco y valoro mucho. Como sabemos están pasando muchas cosas en el mundo en este momento, sé que ya lo han escuchado mucho, pero son tiempos que no tienen precedentes, con esto del Covid-19, no sólo eso... Pero sólo quiero decir que la música es una oportunidad increíble y un escape excelente para llegar a la gente y juntarnos todos", dijo.
Después de que el año pasado se celebró la premiación únicamente con la presencia de artistas y sin público, para este regreso al show tradicional la gala estuvo conducida por Doja Cat, quien aprovechó para utilizar diferentes vestuarios extravagantes como una silla sobre la cabeza o un traje con el que parecía oruga.
En una noche cargada de hip-hop y pop, la representación del urbano estuvo a cargo de Ozuna. Otros famosos como Ed Sheeran y Alicia Keys también actuaron, pero en escenarios alternos al aire libre.
El lado rockero lo puso la banda Foo Fighters, que recibió el primer reconocimiento Ícono Global de manos de Billie Eilish, además de actuar en vivo con un popurrí que incluyó temas como "Learn to fly" y "Shame shame" y cuyo baterista pintó en el bombo las palabras "R.I.P. Charlie" (descanse en paz, Charlie), en honor al recientemente fallecido Charlie Watts.