CIUDAD DE MÉXICO, mayo 22 (EL UNIVERSAL).- Desde que en 2019, se anunció quiénes serían los actores que darían vida a la versión en acción real de "La sirenita" ha habido un choque de opiniones: unos aplauden que se escogiera una actriz de tez oscura (la cantante Halle Bailey) y otros sufren porque querían que Ariel fuera igual a la versión animada de 1989 (pelirroja).
Pero a estas alturas de la historia poco importa si alguien está o no de acuerdo con las decisiones sobre el cast de la nueva película de Disney, la cinta ya se hizo y llegará a salas de cine este 25 de mayo. Así que mejor hablar del resultado en pantalla y el trabajo de los actores. Y tal vez para desilusión de algunos, lo cierto es que el elenco brilla y le hace justicia a sus personajes. Pero...
Hablemos de lo que no está "tan padre". Primero, es curiosa esta tendencia a trasladar personajes animados a personas de carne y hueso (o en este caso, peces hechos de forma digital tan feos como el pobre Flounder), como si la versión con "dibujos" fuera el borrador y fuera necesario traerlo al mundo de los humanos, una falta de respeto, por supuesto, para el trabajo de los animadores que nos han regalado cintas ya clásicas de Disney y que en su momento significaron una revolución a la animación, si me lo preguntan.
En el caso de "La sirenita" era difícil replicar los entrañables escenarios del mar de la cinta animada, y es ahí donde, en mi opinión, flaquea el live action, pues el CGI no termina de hacerte creer que lo que ves es real (real dentro de lo posible porque, vamos, es una historia de sirenas). En algunos planos en los que salen varias sirenas se distingue los que son actores y los que son completamente digitales, pero me atrevería a decir que es uno de los mejores live action que tiene la casa de Mickey Mouse (es que además tiene unos muy malos).
Tristemente esa canción alegre del inicio en la que las sirenas se presentan no aparece en esta versión por lo que el arranque del filme es un poco lento, pero otros clásicos como la canción que cantan en el barco en el que viaja el príncipe Eric ("Fathoms below", muy bien lograda, a mi parecer), sí aparece. La persecución en el barco, donde un tiburón ataca a Ariel y Flounder, es copiada casi tal cual aunque precisamente son esas escenas tan iguales las que ya en su versión live action pierden un poco de magia.
Uno de los puntos destacables es que, en la historia adaptada del filme animado de finales de los 80, y que a su vez es una adaptación libre del cuento de Hans Christian Andersen, se enfatizan las motivaciones de los personajes: la princesa Ariel no solamente quiere conocer el exterior porque se enamoró de un humano.
En un breve pero conciso diálogo (durante "Poor unfortunate souls") nos dejan ver que acepta intercambiar su voz con la bruja del mar, por un par de piernas, porque quiere ser libre, pues su padre, el rey Tritón, no solamente no la entiende, también la ha hecho sentir encerrada en los muros de su Castillo. Este mismo conflicto es el que tiene el príncipe, quien tampoco es comprendido, en este caso por su madre (un personaje nuevo, hecho para el filme, que interpreta la actriz Noma Dumezweni y que desafortunadamente no tiene tanto desarrollo).
Además, la actuación de Halle Bailey como Ariel nos hace sentir esa desesperación del personaje por conocer qué es lo que hay más allá de la superficie (enfatizado aquí porque nos dejan ver que Ariel nunca ha subido a la superficie, únicamente conoce el mundo de los hombres a través de los objetos que caen), por ejemplo, su interpretación en "Part of your world" puede que le saque una lagritimita a uno que otro. Halle además logra retratar la inocencia y curiosidad de quien por primera vez está conociendo el mundo de los humanos, y gracias a que se añadió un tema musical ("For the first time") tenemos un montaje más conciso en el que Ariel y Eric (Jonah Hauer-King) exploran el pueblo y de paso se conocen.
La química entre Bailey y Hauer-King es evidente y por supuesto queremos que terminen juntos y, si bien pudieron explorar un final diferente al de la versión animada, de nueva cuenta veremos el amor triunfar (aunque se hayan conocido hace tres días).
Otra grata sorpresa es el trabajo de Melissa McCarthy quien da vida a la bruja Úrsula y a cuyo tema "Pobres almas en desgracia" le da una vibra de "borracha" que le queda muy bien; si acaso pierde un poco cuando al final del filme se transforma en ese pulpo gigante ya que la escena es muy oscura (quizás para evitar problemas con la animación) y no se aprecia tanto su aspecto. Y bueno, del pobre Flounder feo e hiperrealista ni hablar, sí es feo e hiperrealista pero con la bella voz de Jacob Tremblay.
El que también es feo e hiperrealista es Sebastián (Daveed Diggs) pero en su caso se olvida un poco que el diseño no le favorece tanto y al final lo terminas queriendo al igual que a Scuttle para el que la voz de Awkwafina quedó perfecta y hasta tiene su propio tema musical (que aplaudieran los fans de Lin-Manuel Miranda pero quienes ya estén candados de sus raps lo odiarán).
Finalmente, entre el cast principal, el español Javier Bardem como el rey Tritón lo hace bien pero quizá merecía más tiempo en pantalla o algún tema musical (que sí grabó Bardem pero no llegó al corte final) que nos permitiera apreciar más su trabajo.
Será a partir de este 25 de mayo que el público podrá ver la cinta dirigida por Rob Marshall ("Chicago") así que ya me contarán si les gustó o no. Mientras tanto, la versión animada se puede ver por Disney+ y el soundtrack de la nueva versión está disponible en Spotify.