Ciudad de México/El Universal.-
Ser una de las súperestrellas de Hollywood, una destacada empresaria y productora, además de una de las mujeres más bellas del planeta, no salva a Salma Hayek de enfrentarse a todas las calamidades que conlleva organizar la cena de Navidad.
Pero, como buena madre mexicana que es, sabe que este es un momento único para disfrutar en familia y "hacer magia" para que todo salga a la perfección.
"Me encanta arreglar la casa, me encanta hacer la comida, decorar los platillos y siempre tener sorpresas", dice la veracruzana en entrevista exclusiva.
"Meto cosas de diferentes culturas, por ejemplo, me gustan unos dulces que los jalas de los lados y salen unos regalitos, poner coronas y frases inspiradoras en la mesa, que creo eso es algo muy inglés, pero lo llevo a Francia, tomo cosas de un lado y otro, y eso hace que disfrute mucho la Navidad", detalla.
Por lo regular, la familia Pinault Hayek pasa Nochebuena y Navidad en Francia, pero no importa si alguna vez deciden hacerlo en Estados Unidos o México, el desafío sería el mismo para la actriz.
"Es complicado tan sólo por la logística de moverse todos, incluso en mi familia, que si bien todos somos mexicanos, están unos en diversas partes del país, en Los Ángeles o en Europa, luego está la familia de mi marido, entonces simplemente la planeación es todo un tema", cuenta.
Los nervios de la cena de Nochebuena siempre repercuten en el ánimo de las parejas, y ella confiesa que con la suya no es la excepción: "Está quien se pelea por tal fecha, y creo que eso lo pasan todos los matrimonios, qué fecha con la (familia) tuya y qué fecha con la mía, creo que entre más grandes (de edad) somos es más complicado y hay mucho dramilla por ahí", dice sonriente.
Además, tener una familia tan internacional, incluyendo a sus amigos, hace complejo hasta la elección del menú, ya que la veracruzana tiene que sortear gustos, como que haya personas que no coman carne o que sean alérgicas a algún ingrediente.
Incluso a algunos no les encanta la idea de cenar pavo, como se hace en México, porque es algo que ya comieron en la celebración estadounidense del Día de Acción de Gracias.
Fascinada por el amor familiar, algo que le emociona en particular son los regalos, en su caso confiesa que hasta sus perros reciben, pues es una manera de hacer sentir bien a todos.
Lo que sí, está algo en contra de que los electrónicos tomen protagonismo tanto en los obsequios, como en la convivencia, pues la idea es alejarse de distractores.
"Ya todo mundo quiere tecnología, es horrible sacar el pedazo plástico, pero tratamos siempre de reinventarnos. A mí me encanta comprar regalos, pero he notado que a mucha gente sólo le encanta recibir, pero yo soy feliz regalando", reitera.
Salma considera que estas fechas ya no son para ella, sólo reuniones sociales o por compromiso, sino un gran momento para hacer una pausa y abrazar a los suyos, "porque el tiempo se va cada vez más rápido".
"Estos momentos son de nuestras tradiciones, de nuestra cultura, de nuestras familias, son para pausar y pensar qué ha pasado en el año en nuestras vidas, de estar agradecidos por las bendiciones. Es muy importante para mí que no sea una especie de obligación, sino porque en verdad tiene que ser algo mágico, de familia, de amor y de amistad".
Le pone sabor a todo
Este año, Salma y su socio Pepe Tamez, a través de su casa productora Ventanarosa, quisieron regalarle al mundo una mirada a ese ambiente familiar que se vive en las fiestas decembrinas en nuestro país a través de la película El sabor de la Navidad, que ya está disponible por ViX.
En ella, cuenta tres historias que en algún punto se unen gracias a la Navidad.
La primera es sobre una chef que cada año trabaja haciendo cenas navideñas, por lo cual contrata a un ayudante que la confrontará con sus sentimientos.
La segunda muestra la reconciliación entre una madre y una hija justo en Nochebuena; y la última la protagonizan dos amigos, quienes trabajan en la Alameda como Santa Claus, pero la competencia por los clientes pondrá a prueba su amistad.
La actriz dice estar muy feliz de poder exportar al mundo películas hechas en México: "Queremos hacer películas que le vayan a mover a muchísima gente, no queremos hacer películas de arte chiquitas, es hacer cosas de calidad pero que le llenen a un público bastante grande", reconoce.
En este caso, enfatiza, espera transmitir algunas emociones que ella misma experimenta en torno a la Navidad: "Esta peli me produce algo que me pasa en estas fechas: se te viene la Navidad y piensas: ‘no quiero correr en estas fechas, quiero parar el tiempo y disfrutar cada momento’", dice la mexicana emocionada.