La leyenda de la estatuilla del Oscar y el Indio Fernández

A la fecha, se desconoce si uno de los actores más influyentes de la historia de México posó para hacer el codiciado trofeo, sin embargo, la historia persiste

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 28 (EL UNIVERSAL).- Hay una historia que sugiere que fue el mismísimo Emilio "Indio" Fernández en quien se inspiraron para modelar la estatuilla de los premios Oscar, pues Dolores Del Río que, por esa época, tenía una relación con el famoso cineasta hollywoodense Cedric Gibbons, y fue ella quien abogó para que el actor mexicano sirviera de inspiración, ya que contaba con una impecable condición física.

¿Verdad o mito? La palabra que mejor queda en esta ocasión es leyenda, pues esta es la historia que deambula entre lo real y lo falso, por lo que todo queda a la imaginación de quien la escucha.

Dicen que un día de 1927, como parte de la recién creada Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EU, el director artístico Cedric Gibbons delineó en una servilleta de lino lo que sería la figura del Oscar, premio que se otorgaría a los mejores trabajos fílmicos de ese país.

Cuentan que fue Dolores Del Río, la actriz mexicana novia de Gibbons y entonces estrella del cine nacional, le dijo que conocía a alguien que sería un excelente modelo.
Aseguran que ese conocido era Emilio "Indio" Fernández, de entonces 23 años, que aún no había hecho nada espectacular en cine, pero contaba con un cuerpo ejercitado y hacía sus pininos como doble de acción.

Al principio, quien sería una de las máximas estrellas del cine mexicano por cintas como "La perla" y "María Candelaria", se mostró reacio. No era algo que estuviera en sus planes.

Al final, sin saberse aún si cobró algo, aceptó posar desnudo para el escultor George Stanley.

La estatuilla más codiciada en la industria estadounidense muestra la figura de un hombre sosteniendo una espada hasta los pies, sobre un rollo de película.

Nunca hubo pruebas concretas del hecho. Ninguno de los nombres que se vieron involucrados dijeron algo al respecto y se llevaron el secreto a la tumba.

Hoy no deja de ser una leyenda. Pero eso no quita la posibilidad de que la estatuilla de 34 centímetros de altura, casi 4 kilos de peso y recubierto de oro, tenga algo de mexicano.