Desde que comenzaran a propagarse los primeros rumores, ya confirmados, de que Kim Kardashian había dado un paso al frente a la hora de disolver su matrimonio con Kanye West, padre de sus cuatro retoños, el círculo más íntimo de la estrella televisiva ya dejaba entrever que la también empresaria estaba muy ilusionada ante la nueva etapa vital en la que se embarcaba: una época de mayor autonomía profesional y personal con la que dar rienda suelta a su creatividad y a sus inquietudes.
Tres meses después de que solicitara formalmente el divorcio, la hija más famosa de Kris Jenner atraviesa un período inmejorable en su día a día, ya que se está dedicando en cuerpo y alma a sus retoños -North, Saint, Chicago y Psalm- y, por supuesto, a los numerosos proyectos que tiene en recámara para apuntalar su éxito como empresaria, diseñadora y 'reina del reality', sin olvidar la futura conclusión de sus estudios universitarios de derecho. Tanto trabajo explica, entre otras cosas, que Kim no sea tan activa como de costumbre en sus redes sociales.
"Kim está muy centrada en su familia y en sus obligaciones profesionales. No se ha separado de sus retoños en todo este tiempo, y con ellos ha disfrutado de muchas actividades al aire libre. A Kim le encanta mantenerse ocupada, cultivar su creatividad y sacar el máximo partido a todas sus facetas. Sus prioridades están muy claras: quiere seguir siendo una madre devota para con sus niños y trabajar sin descanso. Tiene un montón de nuevos proyectos que la tienen muy entusiasmada y, definitivamente, en medio de una tendencia ascendente", ha explicado un confidente en conversación con 'Entertainment Tonight'.