CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 18 (EL UNIVERSAL).- Kim Kardashian ha demostrado que es una madre presente, pues a pesar de que su apretada agenda la mantiene cumpliendo constantes compromisos laborales, cuando se trata de sus hijos, no hay prioridad más importante por ello no es sorpresa verla a lado de sus pequeños cuando tienen un evento importante, como ocurrió este fin de semana, cuando presenció un partido de baloncesto de su hijo Saint, sin embargo, el menor se ganó un regaño de su madre, luego de que hiciera una seña obscena a los paparazzis que trataban de fotografiarlos.
Cuando Kim tuvo a North, su primera hija, ni ella misma se imaginaba que podía ser una buena madre, ya que a lo largo de todo su embarazo sufrió de complicaciones que la hicieron desear no volver a atravesar una etapa gestante, no obstante, tuvo a Saint y, posteriormente, a Chicago y Pslam, a quienes tuvo mediante el método de gestación subrogada.
A partir de ahí, la empresaria de 42 años ha demostrado que su vida dentro de los negocios y el mundo de las celebridades no la han impedido de ser una madre presente que se preocupa por el desarrollo de sus hijos. De hecho, durante uno de los episodios de su reality show "The Kardashians", Kim K expresó que a pesar de que vive en constante desacuerdo con Kanye West, el padre de sus hijos, trata de que sus hijos tengan la mejor imagen de él, en la búsqueda de que vivan una infancia feliz, por lo que no permite que vean televisión, sino sólo plataformas de streaming, por temor a que vean una noticia negativa del rapero.
Pero protegerlos no es la única forma en que Kim le demuestra su amor a sus hijos, sino que ha demostrado es su admiradora número uno, ya que los acompaña a todos sitios y no se pierde ningún evento importante de sus vidas, como ocurre con Saint West, el segundo que sus hijos y el que, tal parece, se ha interesado genuinamente en los deportes, pues es un ferviente admirador de Lleonel Messi, al que tuvo la oportunidad de conocer en su debut en el Inter Miami, sin embargo, el fútbol no es el único deporte que lo apasiona, pues es integrante de un equipo de baloncesto.
Por ello, este viernes Kim acompañó a su pequeño a uno de sus partidos y al finalizar se ofreció a llevar a Saint y un grupo de amigos de su equipo a ir a comer a una famosa hamburguesería en Islands en Los Ángeles. Cuando la empresaria y los incipientes deportistas arribaron al restaurante, un grupo de paparazzis los esperaban para capturar algunas imágenes de madre e hijo, sin embargo, los fotógrafos que ahí se concentraban fueron los más sorprendidos cuando el menor de 7 años les hizo una señal obscena, mejor conocida como "la Britney señal".
Pero así como automáticamente Saint reaccionó a la presencia de los paparazzi, del mismo modo Kim mostró la desaprobación que le produjo su comportamiento, tapándole la boca como llamada de atención, pero el pequeño no se dio por vencido e, insistente, cuando su madre había dado unos pasos adelante que él, volvió a hacer la misma seña, de forma todavía más discreta, causando la risa de los compañeros con los que estaba a punto de almorzar, lo que provocó que su madre regresara la mirada para saber qué había ocurrido.