CIUDAD DE MÉXICO, julio 13 (EL UNIVERSAL).- Hollywood y las plataformas de streaming mal y de malas. A la huelga que enfrentan por parte del sindicato de escritores, que prácticamente ha paralizado a la industria audiovisual estadounidense desde hace casi tres meses, ahora se suma el Sindicato de Actores.
Ayer miércoles se venció el plazo para un acuerdo entre el sindicato de quienes aparecen frente a cámaras y las compañías productoras, que hace suponer la bandera rojinegra en las siguientes horas, algo que no ocurre desde 1960.
Unos 160 mil actrices y actores afiliados al sindicato, entre quienes hay por supuesto mexicanos como Diego Luna y Salma Hayek, acentuarán la crisis de las últimas semanas.
¿Qué pelean los actores?Son varias peticiones del gremio actoral como el que se les pague por grabarse ellos mismos en los casting (práctica acentuada por la pandemia), un pago extra si la serie en que participan es de las más vistas en streaming y la posibilidad de un salario tope mínimo.
"Las empresas se han negado a participar de manera significativa en algunos temas y en otros nos han dado largas", dijo en su momento Fran Drescher, presidenta de la Screen Actors Guild, American Federation of Television and Radio Artists (SAG-AFTRA). En su momento la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) dijo que lamentaba la postura por parte de los histriones.
¿Qué pasará?Se estima que la huelga de escritores ha generado que más de 100 películas se hayan dejado de hacer desde mayo pasado. Con el paro actoral todo se detendrá en la industria, incluida la publicidad, la cual ha enfrentado menos obstáculos por la decisión de escritores. A eso hay que agregar que toda la promoción de series y películas se cancelaría, así como cualquier otra actividad en que alguna actriz y actor sindicalizado participara.
Pérdidas económicasNadie, en sus más oscuros pensamientos, sabe cuáles serán los efectos económicos. Sólo se puede atisbar algo de ello tomando como referencia la huelga de escritores de 2007 que duró 100 días. En esa ocasión se estimó la pérdida de unos 200 millones de dólares y varios empleos. En este año empresas han comenzado a reducir su planta laboral al menos en un 10%, pero sabiendo que tenían en la publicidad un reducto para trabajar, algo que con la huelga actoral no se podría.