La Casa Real reveló que la Reina Sofía de España fue ingresada en la Clínica Ruber de Madrid el pasado 9 de abril debido a una infección del tracto urinario.
Afortunadamente, su estado de salud es estable y está experimentando una rápida y favorable evolución, lo que sugiere que pronto podría recibir el alta hospitalaria para continuar con su recuperación en Zarzuela.
La noticia sorprendió, ya que apenas un día antes, la Reina Sofía fue vista en el funeral de su sobrino Fernando Gómez-Acebo, junto a otros miembros de la Familia Real Española. Nada hacía presagiar que requeriría atención médica urgente tan pronto.
El sábado anterior, la Reina Sofía había asistido a la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo y Moreno, acompañada de gran parte de su familia. Aunque evitó la ceremonia religiosa, estuvo presente en la celebración posterior en la finca de la familia de la novia en Colmenar Viejo, retirándose temprano en compañía de su nieto Froilán.
El monarca Felipe VI, aprovechó la ocasión para acompañar a su madre en la Clínica Ruber después del pequeño susto que vivió tras la misa en honor a Fernando Gómez-Acebo.
Con una expresión seria y directa, el Rey se dirigió a encontrarse con su madre, a quien vio por última vez en la misa de su primo Fernando. Llegó al centro médico en su propio vehículo y entró por la puerta principal de la clínica.
El comunicador español Joaquín Prat proporcionó los últimos detalles sobre el estado de salud de la Reina Sofía el miércoles, afirmando que ha experimentado una evolución "muy rápida y favorable", lo que sugiere que podría recibir el alta en las próximas horas.