México.- A 10 años de su muerte, ocurrida el 28 de mayo de 2010, Gary Coleman es recordado como el niño que alcanzó el estrellato a temprana edad, popularizando su icónica frase "¿De qué hablas, Willis?", en los años 80, para luego volverse un hombre problemático.
Su vida fue difícil desde su nacimiento, pues creció con una enfermedad congénita en el riñón, que le desarrolló nefritis y detuvo su crecimiento hasta los 1.42 metros, la estatura de un niño. Fue trasplantado del riñón en dos ocasiones. La primera ocurrió a sus cinco años, la segunda a los 14. Como la operación no tuvo los resultados deseados, el actor se sometió a procedimientos de diálisis de tres a cuatro veces por semana hasta su muerte, a los 42 años.
A los 18 años se retiró de la industria del entretenimiento, después de saltar a la fama al interpretar a "Arnold Jackson" en la serie Diff'rent Strokes (en Latinoamérica se conocio como Blanco y negro), en la que entre 1978 a 1985 dio vida a un niño de color que es adoptado junto a su hermano por una familia blanca. Después se dedicó a realizar algunos cameos en series como Married... with Children, Los Simpson o Drake & Josh, además de prestar su voz en algunos comerciales y dibujos animados.
Arrepentido de ser actor
En diversas entrevistas, el actor aseguró que estaba en contra de la participación de niños en la industria, como fue su caso, porque se perdió de muchas cosas en la infancia.
"Lamento no haber tenido el conocimiento y la información para poder decidir adecuadamente si quería o no ser parte del programa. Si tuviera una máquina del tiempo, iría al momento en que tenía siete u ocho años y me aseguraría de no cometer otra vez el mismo error", le dijo en febrero de 2006 al diario argentino Página 12.
Pronto pasó de ser una estrella infantil a tener múltiples problemas legales. Al menos dos veces son las que buscó suicidarse por sobredosis de pastillas para dormir, además de un intento de ahorcarse en su casa, por lo que su carácter se hizo irascible.
En 1989, demandó a sus padres por estafa al darse cuenta que sus ingresos en el banco ascendían solamente a 200 mil dólares, cuando por cada capítulo grabado en su mejor momento llegaba a cobrar hasta 70 mil dólares. Con un juicio ganado, recuperó muy poco del dinero perdido, así que decidió declararse en bancarrota en 1999.
Su carácter, marca imborrable
Poco a poco Gary Coleman fue protagonizando algunos ataques de furia en público. Uno de estos episodios ocurrió hace casi 20 años cuando una chofer le pidió un autógrafo, a lo que el actor respondió con un golpe que llevó a la trabajadora al hospital y a Coleman a la Corte Pública, pues fue acusado de asalto y tuvo que pagar mil 665 dólares para los gastos.
Otro ataque de cólera se dio cuando fue arrestado como parte de una pelea en la vía pública e incluso, un año después de tal incidente, en 2008, atropelló a un joven que le estaba tomando una fotografía peleando con su esposa, por lo que se le denunció por conducción imprudente y conducta desordenada.
"Lo nuestro es un trabajo, igual que ser pintor o presidente y deberíamos ser tratados como cualquier trabajador. Hay gente que pone toda su energía y su interés en sus fans, pero es cosa de ellos, yo no soy así. Nunca me interesó ser una leyenda: soy mortal, voy a morirme.
"No soy una celebridad, ninguna de esas cosas como de monarquía. Y si alguien no lo entiende, que dé un paso al costado y me deje en paz. Cosa que, por otra parte, es lo que siempre preferí", añadió al diario sudamericano en relación a estos ataques.
Al estar alejado del cine y la televisión, además de que había envejecido y se había estancado en un personaje del que él mismo afirmó estar arrepentido de aceptar, probó distintas formas de ganarse la vida. Una de ellas tuvo lugar en 2001, cuando se convirtió en el guardia de seguridad en un centro comercial peatonal en Los Angeles, hecho que le causó burlas al darse a conocer en algunos programas estadounidenses.
También trabajó como cuidador de parques, en la industria de los videojuegos y fabricando trenes a escala.
"Mi mayor arrepentimiento siempre será el de ser actor, aunque amo la profesión, y he conocido a gente muy interesante y he hecho cosas buenas. Pero no sé si eso es suficiente a cambio del sacrificio, la falta de privacidad y de oportunidades. Cuando eres un actor, eres bajo, negro e inteligente, no hay demasiado para ti en el mundo de la televisión. Así que tuve que diversificarme, hacer otras cosas para tener un ingreso.
"Si tuviera el tamaño y la edad, actuaría en programas o películas de aventuras o ciencia ficción, pero no doy el physique du rol. Los actores somos como figuritas: nos intercambian, nos eligen, nos venden. Así funciona el negocio", expresó a Página 12.
Vida privada y participación en la política
Gary Coleman también tuvo una incipiente participación en la política. Aunque anunció una postulación para el senado estadounidense en el año 2000, esta no llegó hasta dos años más tarde, en 2003. El actor compitió para convertirse en candidato a gobernador de California y, al enterarse que Arnold Schwarzenegger también quería ese puesto, se retiró y anunció que votaría por su colega después de quedar en octavo lugar.
En agosto de 2007 se casó con Shanon Prince, a quien conoció durante el rodaje de la película Church Ball, un año antes. Coleman estaba feliz e incluso declaró que era orgullosamente virgen a los 40 años. Sin embargo, el matrimonio no perduró y la pareja se separó un año después.
Diversas fueron las ocasiones en que las peleas maritales pasaban al orden público, incluso su esposa declaró que Gary no tenía amigos ya que no confiaba en las personas. En 2009, Shanon fue arrestada después de una disputa en su residencia en Utah, aunque salió bajo fianza tras pagar mil 205 dólares por los delitos de violencia doméstica, vandalismo y conducta desordenada.
“Comienza a gritar y a llorar como un bebé mientras se tira al piso o se pega en la cabeza contra las paredes. Sus pataletas son insoportables. Estar con él es estar con un niño chiquito y aunque en un principio fue su dulzura lo que hizo que yo le propusiera matrimonio, su comportamiento es demasiado infantil. Hasta que destruye algo no queda contento, y no puedo con la violencia", dijo Prince un año antes al programa Divorce Court.
El actor murió tras una caída accidental que lo llevó a ser conectado a un respirador artificial en el Centro Médico Regional de Utah Valley, cuando se le diagnosticó con hemorragia intracraneal. Sin embargo, días después comenzó una polémica sobre quienes pensaban que su exesposa Shanon Price estuvo involucrada en la muerte de Coleman, pues días antes habían discutido, e incluso se le incriminó de traficar imágenes de su muerte. La policía finalmente desechó esta versión.
"Me quitaría la vida antes de alguna vez lastimarlo. Discutimos la muerte varias veces y siempre dijo que sería muy injusto si me dejaba y realmente respeto eso porque lo amaba y él me amaba y simplemente no podemos vivir el uno sin el otro", dijo Shanon al programa Good Morning America.
Lo cierto es que Gary Coleman había pasado durante su último año diversos problemas de salud, como una operación de corazón derivada de una neumonía y una convulsión mientras se rodaba la serie The Insider. Pocos días antes de morir fue arrestado por no comparecer ante la corte en el estado de Utah.