CIUDAD DE MÉXICO, febrero 13 (EL UNIVERSAL).- Después de poco más de tres años de juicio, el pasado 3 de febrero, Pablo Lyle fue sentenciado a cinco años de prisión y ocho más de libertad condicional por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un hombre de 60 años que perdió la vida luego de que el actor lo golpeara a consecuencia de un incidente automovilístico.
Antes de que se diera a conocer la condena de Lyle, sus abogados intentaron, por todos los medios, que recibiera la menor cantidad de años tras las rejas; incluso, establecieron una estrategia en la que familiares y amigos cercanos del actor mandaron varias cartas a la jueza a cargo del caso con la intención de convencerla de que Pablo es un buen hombre y se encontraba arrepentido de sus actos.
Hace unos días se reveló que los hijos del famoso también participaron en esta dinámica y hasta se dio a conocer el contenido de sus desgarradores escritos; ahora han salido a la luz las palabras que su cuñado, Lucas Delfino en las que no sólo se expresa sobre su relación con Lyle, también habla, por primera vez, de lo que sucedió tras el altercado.
En su texto, al que tuvo acceso el programa "Ventaneando", Delfino relata que tras la pelea con Hernández la policía se presentó en su casa, por lo que de inmediato se comunicó con Pablo y su reacción no lo tomó por sorpresa: "Sin un sólo instante de duda me dijo que se quedaría (en Miami), puso a su familia en el avión a México y luego buscó a los agentes de la ley como se le indicó", escribió.
Aunque el actor pudo volver a su país natal, la muerte de Hernández lo cambió todo, pero el protagonista de "Mi adorable maldición" jamás pensó en huir, por el contrario, se dijo dispuesto a enfrentar las consecuencias de sus actos, a pesar de que sabía que no saldría bien librado: "No sabía cuál sería el resultado final y estaba aterrorizado, pero aún así, regresó. Me dijo que la única forma de enseñar es con el ejemplo, siempre pensando en sus hijos, esto demuestra no solo su valentía, sino también su integridad", agregó.
Lucas también se expresó sobre el tiempo que su cuñado pasó en arresto domiciliario y lo calificó como un hombre humilde que aprendió a enfrentar el hecho de depender de otras personas para cubrir sus necesidades y las de su familia; reconoció, además, que Pablo siempre se mostró arrepentido por lo que hizo: "No hubo una sola vez en la que no me dijera lo mortificado que se sentía por la muerte del señor Hernández y el duelo que debe estar pasando su familia. Pablo sabe que ahora tiene que vivir el resto de su vida con la carga de lo que pasó", finalizó.
Hasta este lunes, lo que se sabe es que los representantes legales de Lyle apelarán la sentencia a la que fue condenado, pues la consideran excesiva, por su parte, Delfino podría enfrentar una demanda civil por parte de la familia de Juan Ricardo Hernández, para reclamar una compensación económica tras su lamentable deceso.