La reciente aparición del hijo pequeño de Michael Jackson, que ahora se hace llamar Bigi, para lanzar un alegato sobre la importancia de hacer frente al cambio climático ha dejado patente lo mucho que ha cambiado el benjamín de los Jackson. Doce años han pasado desde que el rey del pop falleciera causando una gran conmoción en el mundo de la música y dejando a sus tres hijos sin el que hasta entonces había sido su referente. Los entonces niños quedaron al cargo de la familia del intérprete y con el tiempo han ido escogiendo diferentes caminos que han dibujado su personalidad, trayectoria en la que el recuerdo de su padre no ha dejado de estar presente.
Prince, con olfato para los negocios
Prince, el mayor, tiene ahora 24 años y está graduado en Administración y Empresa. No le ha picado el gusanillo de la música como para coger un micrófono, aunque sí ha querido estar detrás de las cámaras. En 2016 fundó su propia empresa llamada King’s Son Productions, que se dedica a la producción de vídeos musicales, y ha puesto su esfuerzo en la fundación sin ánimo de lucro, Heal Los Angeles Foundation, con la que desarrolla diversas iniciativas. Esta iniciativa fue creada por Michael Jackson en 1992, con el objetivo de proporcionar medicamentos para niños y combatir el abuso infantil, así como el hambre, y la adicción a las drogas y el alcohol. Prince tiene además un canal de Youtube en el que muestra su afición por las motos y algunos de los viajes que ha hecho con la suya.
Hace cuatro años que Prince encontró el amor en Molly Schirmang, a la que conoció durante su etapa universitaria en Loyola Marymount University. El pasado mes de marzo, le dedicaba unas tiernas palabras con motivo de su aniversario. “No puedo creer que hayan pasado cuatro años. He crecido y aprendido mucho contigo y soy muy afortunado por compartir tantas aventuras junto a ti” comentaba. En algunas de sus imágenes se puede comprobar lo feliz que está junto a Molly, con quien ha aparecido también en algunos eventos públicos.
Paris, una adolescencia marcada por la pérdida
Con un ejemplo como el de Michael Jackson es imposible que el arte no recorra sus venas. Paris, la mediana de la casa, tiene 23 años y ha entregado su vida al espectáculo. Su físico (cuajado de tatuajes), sus enormes ojos azules y su carisma la convirtieron desde muy joven en una exitosa modelo, aunque su inquietud la llevó a probar suerte también en el cine (ha participado en la serie Scream y la película Gringo). Concentra ahora sus esfuerzos en consolidar su carrera musical con la banda The Soundflowers, que formó junto a Gabriel Glenn y con la que lanzó un EP en 2020, y en solitario (firma el álbum Wilted).
En sus perfiles sociales, se puede comprobar la importancia que da a la espiritualidad y la filosofía positiva. Comparte numerosas reflexiones que ayudan al crecimiento emocional y al bienestar personal como esta: “¿Riegas las plantas todos los días? ¿Y tu alma?”. Un cambio vital radical tras una adolescencia complicada en la que Paris lidió con problemas de adicciones, ansiedad y depresión, que la llevaron incluso a hacerse daño, como ella misma contó en declaraciones a la revista Rolling Stones en 2017.
Bigi, el más desconocido
El más descocido de los hermanos es sin duda Bigi, que tiene 19 años. El menos mediático de los Jackson aparecía por sorpresa hace solo unos días en el programa Good Morning Britain para hacer un alegato en favor de las medidas de prevención del cambio climático. “Creo que es importante que todos sepamos sobre el tema, creo que hay mucho que hacer pero nuestra generación sabe cómo es de importante" declaró. Bigi, que cuando era pequeño era conocido como Blanket (se cambió el nombre tras sufrir bullying), también aporta su granito de arena a la fundación The Heal Los Angeles, de hecho habló durante una fiesta de la organización celebrada en el hogar familiar de los Jackson en California.
Aunque no se prodigan en muchos acontecimientos públicos, se puede comprobar a través de pequeños indicios cómo los tres hermanos siguen manteniendo una relación muy estrecha. Los Jackson siempre demostraron, a pesar de las polémicas que les salpicaron (sobre todo en vida del patriarca Joe), que eran una familia unida. Se puede comprobar así en las cariñosas palabras que Prince dedica a su hermana Paris por su cumpleaños o en la complicidad que se aprecia entre él y Bigi. Unidos siempre además con los recuerdos de una infancia en la que, pese a la fama, fueron felices.