CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 3 (EL UNIVERSAL).- Britney Spears celebró su cumpleaños 42 ayer y lo hizo acompañada de dos integrantes de su familia; Bryan y Lynne Spears, su hermano mayor y su madre, quienes se dieron cita en la casa del mánager de la cantante.
Evidentemente, la presencia de su progenitora fue lo que más llamó la atención, pues por muchos años estuvieron distanciadas, debido a la tutela en la que Brit estuvo sometida, sin embargo, con la publicación de un par de fotos donde aparecen juntas, demostrarían que la relación entre ellas va mejorando.
Este sábado no pasó desapercibido que "la Princesa del pop" cumplió años y, tal y como acostumbra desde que se liberó de la tutela de su padre, Brit presumió en sus redes sociales que era una fecha para celebrar a lo grande, por lo que comenzó con los festejos de su cumpleaños con tres días de anticipación.
Para conmemorar su aniversario, la cantante de "Toxic" contó con la compañía de las personas más allegadas a su entorno, como es el caso de Cade Hudson, su mánager y mejor amigo, su hermano mayor Brayan (36 años) y su madre Lynne (60 años).
Fue la presencia de su mamá la que causó sorpresa, debido a que, en los últimos años, Britney se ha sincerado al revelar que sentía un profundo distanciamiento con su madre, debido a que, a raíz de 2008. cuando su padre se volvió el encargado de su tutela, Lynne no intervino mucho para que su hija pudiera obtener un poco más de autonomía, pues como reveló hace poco, por más de un año sólo pudo comer verduras enlatadas, debido a que su padre pensaba que era necesario que bajara de peso, a pesar de que en muchas ocasiones la cantante les pidió a otros integrantes de la familia que la proveyeran de otros tipos de alimentos.
Otra de las controversias que rodea la problemática relación entre Britney y su madre tiene que ver con las acusaciones de la estrella, mediante las que aseguró que su madre se había deshecho de todas sus muñecas de infancia y los diarios que llegó a escribir por esas épocas, pues luego de un largo tiempo, volvió a su casa de infancia, percatándose que ya no se encontraban en el sitio donde las había dejado la última vez.
Derivado de este escándalo, varios medios internacionales publicaron la historia de que, supuestamente, Lynne se había aprovechado de la situación para poner a la venta algunas de las pertenencias de Britney y así generar otras ganancias que la ayudaran a solventarse, además del dinero que obtenía de las regalías de la cantante, pues la intérprete de "Baby one more time", asegura que su familia, más que verla como una hija, la percibía como la forma más efectiva de enriquecerse.
De acuerdo con "Daily Mail", entre algunos de los artículos que la madre de Brit habría puesto a la venta en línea se encuentra un sombrero que la cantante usó en los Billboard Music Awards en 2000, unas botas Butterfly presentadas en los Kids' Choice Awards de 2003 y una blusa que vistió para presentar en TRL, durante el 2002, de las cuales presuntamente habría obtenido miles de dólares.
Sin embargo, al poco tiempo de que se destaran estos rumores, Lynne lo negó, asegurando que no tendría un acto tan "cruel" con su hija, pues cabe destacar que desde hace años, ha tratado de acercarse a la cantante a través de mensajes que publica en sus redes sociales con la esperanza de Brit los lea.
Y aunque Lynne y Britney pasaron un rato juntas, como demuestran las fotografías que compartieron en sus redes sociales, abrazadas en un sillón bebiendo vino y muy divertidas mientras una cargaba a la otra, la diversión duró poco, pues la cantante tuvo que salir de emergencia y llevar al veterinario a Snow, su perrito, quien se enfermó de manera imprevista.
Hace pocas horas, Britney escribió en sus redes sociales que ya no había de qué preocuparse, pues Snow se encontraba mejor y, en cambio, relató una divertida anécdota de cuando ella y su mánager llevaron al cachorro al hospital, a las dos de la mañana, pues aseguró que ella lucía igual al personaje principal de película animada "Todos los perros van al cielo".