La superficie octagonal 360 grados del Polyforum Cultural Siqueiros cobijó, junto a cientos de fanáticos, a la cantante Billie Eilish en su visita a la Ciudad de México.
Siempre sonriente pero discreta, ocultaba su rostro con su cabello, una gorra de beisbol y lentes. Con bermudas a cuadros y sudadera con tipografías grandes, como de un equipo colegial, destacó por su estilo y su trato hacia los seguidores.
"Gracias por tenerme aquí, ha sido una maravilla, los amo mucho, muchas gracias por su amor y apoyo. Tengo grandes recuerdos de ustedes, quiero volver con un tour aquí", dijo Billie con voz baja a sus fanáticos, que gritaban emocionados al tenerla a unos metros.
Aun así, el orden prevaleció: ningún fan corrió por una selfie; se limitaron a tomar fotos, videos y gritarle "¡Te amo, Billie!" desde sus asientos, algo que ella agradeció con frases en español: "¡Te amo!, ¡Te amo, México!"
Las manos del mural del Polyforum, pintadas por Siqueiros se alzaban sobre Billie y en ocasiones parecían entregarla a su público.
Sin embargo, ella se limitó, como un día antes cuando inauguró su pop-up store en la colonia Juárez, a hablar de su más reciente disco Hit me hard and soft.
"Nunca se deja de aprender, es algo divertido de mí y de mi música. Haber conocido la música tan joven y empezar a hacerla me hacía sentir que no sabía lo que hacía, hasta ahora sé cómo hacerlo y entiendo muchas nuevas cosas. Es una de las mejores partes de ser músico, que siempre nos mantenemos aprendiendo cosas nuevas", compartió.
Young Miko, la reggaetonera puertorriqueña, fue la encargada de presentar a la estadounidense, declarándose fanática de su música antes de que Eilish apareciera en el escenario del Centro Cultural.
La boricua no dudó en verla, admirarla e incluso decirle en un momento de su participación "¡Mamacita!", algo que la cantante no entendió, pues sólo se rio.
Luego de recibir halagos y amor por parte de sus fans, un ramo de flores gigante despidió a la cantante, quien adelantó que tiene pensado realizar una gira promocional de su disco en México, esperando que esta vez la lluvia no sea un obstáculo, como sucedió en su concierto de marzo de 2023.
Les sigue lloviendo
La lluvia, de hecho, volvió a acompañar nuevamente a los fans. Desde las 13:00 horas, el público comenzó a llegar al inmueble: un público joven, entusiasmado, feliz, gritando el nombre de Billie, pero pronto se vio mermado por una fuerte lluvia.
Paola y Sofía, dos fanáticas desde el 2020, aguantaron hasta el final, aunque la lluvia las empapó, pese a no estar preparadas para cubrirse. Solo algunos traían sombrilla y se organizaron para cubrirse, pero otros desafortunados se empaparon hasta ingresar.
"Es una gran oportunidad de ver a una gran cantante en persona. No pude verla en 2023, pero ahora que estoy aquí ya esperé, ya nada me va a motivar a moverme de aquí", declaró Paola a EL UNIVERSAL.
Sofía estuvo a punto de rendirse, pero finalmente ingresó. Y es que, además de la lluvia, la organización fue deficiente, por lo que el ingreso se extendió más de dos horas.
Tras la larga espera, a las 15:00 horas la gente que había recibido correo de confirmación para el evento pudo entrar. Eso los motivó para recuperar el entusiasmo, algo que quedó claro frente a la cantante estadounidense.