CIUDAD DE MÉXICO, junio 28 (EL UNIVERSAL).- En 2022, Lewis Capaldi hizo público su diagnóstico de síndrome de Tourette, motivo por el que puso en pausa su carrera artística. Recientemente, el cantante se encontraba sobre el escenario cuando sufrió un ataque que lo llevó a detener su performance.
El artista estaba interpretando el tema "Someone you Loved" en el festival Glastonbury, uno de los más importantes de Europa. Al cabo de unos segundos presentó una serie de espasmos que le impidieron continuar con la presentación.
Ante la asistencia masiva al show, Capaldi trató de continuar apoyado por sus fans. Conmovido por el acto, el originario de Escocia adjudicó el momento a los efectos del síndrome de Tourette.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NIH), el síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos repetitivos, estereotipados e involuntarios y la emisión de sonidos vocales llamados tics.
El síndrome es observable a partir de la niñez, iniciándose generalmente entre los 7 y 10 años. Vale la pena mencionar que afecta a personas de todos los grupos étnicos, siendo los varones un grupo más vulnerable.
El trastorno se presenta como condición crónica, por ello los síntomas persisten durante toda la vida de quienes lo padecen. En algunos casos, los efectos son más fuertes durante los primeros años de adolescencia y disminuyen hacia la fase tardía de la adolescencia y posteriormente en la madurez.
El padecimiento lleva el nombre del doctor Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés que diagnosticó la enfermedad por primera vez en una noble francesa de 86 años durante 1885.
El NIH explica que los síntomas distintivos del síndrome de Tourette son tics motores que ocurren en el área de la cabeza y el cuello.
Por lo general, los tics se gravan en momentos estresantes o de gran emoción. Sin embargo, mejoran cuando la persona está tranquila o concentrada en una actividad que lo estimula.
Un artículo de la Secretaría de Salud detalla que los efectos del trastorno van más allá de lo físico, pues quienes han sido diagnosticados con él experimentan malestar o deterioro significativo social, laboral y en otras áreas importantes de la actividad cotidiana.
Asimismo, existe la posibilidad de desarrollar comportamientos obsesivo-compulsivos, los cuales se hacen clínicamente evidentes entre 5 o 10 años después de la aparición de los tics simples.
Los pacientes que además enfrentan TOC tienden a padecer compulsiones de tocar, golpear, arreglar, chequear, frotar o cerrar los ojos de manera involuntaria.