La hija mayor de Erik Rubín y Andrea Legarreta, Mía, alcanzó fama nacional no sólo por ser hija de dos personalidades conocidas en la industria del entretenimiento, sino también por su faceta como cantante.
Y es que Rubín obtuvo notoriedad luego del estreno de ´Cada Beso´, tema con el cual pretende seguir su objetivo de convertirse en artista.
Debido a esto, la joven cantante ´renunció´ a su apellido para ser conocida como Mía en la escena musical y así continuar su ascendente carrera.
Esta semana, Mía reveló que está tratando de independizarse de sus padres, por ello, declaró que le paga a su padre para que la represente, afín de que sea lo más parecido a una relación laboral.
"Mi papá está de manager y de productor apoyando mi proyecto. Estoy trabajando a lado de él", le dijo a la prensa en un espacio con medios de comunicación.
Aunado a ello, la joven no tardó en agradecer el apoyo de sus padres y señaló que, respecto a la ayuda de Erik, "el dinero es lo que menos nos importa", ya que la sigue cuidando y vendo por su bienestar.
Por otro lado, la cantante recibió comentarios en redes debido a su parentesco con el cantante y la conductora, señalándola de beneficiarse de ese privilegio para armar su carrera musical.
Sin embargo, ella decidió pagarle a su padre por su apoyo y consejo como representante, distanciándose de la imagen de nepotismo.
El viernes pasado, Mia lanzó ´Amor Maldito´, una canción en la que colabora con su padre y que, actualmente, tiene decenas de miles de reproducciones.