MÉXICO.- Por enfermedad del director responsable, Ana de la Reguera se tuvo que poner la gorra de cineasta, ponerse tras la cámara y gritar "¡acción!", en la nueva temporada de Ana, que estrena el próximo miércoles.
Estaban en grabaciones de los episodios cuando Marcelo Tobar comenzó a sentirse mal y, tras unos estudios, le detectaron hepatitis, que complicó su participación en los mismos.
La veracruzana, escritora, showrunner y protagonista de la historia, ya había sido alentada por parte de su equipo para dirigir algunas cosas, pero no se atrevía por falta de tiempo.
"Estábamos en una escenas de carnaval, grande con mucha gente, yo estaba en personaje con tacones y moños y es cuando llegan los estudios (médicos), los vimos fue de 'pues se tiene que ir' (el director) y 'tu diriges'", recuerda De la Reguera.
"No hice la preparación, pero ésta ya estaba hecha y al ser la escritora y todo, sabía perfectamente qué hacer. Y dirigí un mes todo lo que faltaba. Los capítulos cinco y seis los tengo como directora, porque hice 80 o 90% de esos episodios y tengo el crédito, en los episodios tres y cuatro fue de 50 y 50, pero no quise estar ahí", detalla.
En la tercera y última temporada de Ana, el personaje central que es una actriz en busca de éxito, lo ha perdido todo. "Está demandada por la empresa, regresa a Los Ángeles sin trabajo y vive con su mamá en el mismo cuarto", adelanta.
Paulina Dávila ("Luis Miguel, la serie"), Esmeralda Soto ("Las Bravas") y Andrés Almeida ("Los Héroes del Norte") integran el elenco, y fueron ellos quienes apoyaron con todo en su debut de directora. El equipo técnico tampoco la dejó sola.
"Hay que hacerles creer que tienes todas las respuestas, esa es la clave (risas), aunque ahí estás pensando si estará bien o mal. Justo venía de trabajar con Luis (Estrada, en ¡Que viva México!) y le aprendí observándole mucho como el líder que es porque también dirige, escribe, produce y es multitask.
"Lo que era horrible y no veía venir es que cuando acabábamos de filmar era ir a ver locaciones del día siguiente, preparar, leer el guión para mis escenas, cuando yo tenía ganas de irme a descansar o cenar", narra divertida.
La experiencia le gustó tanto que buscará en dirigir en televisión episodios de series, escritas por otras personas. También tiene listo un corto y está comenzando el guión de un largometraje que sería su ópera prima.