Se dice que el frío invierno de 1680 congeló el río Mosa, y la gente de Namur, Bélgica ya no pudo sacar pescado del río, perdiendo así su principal y favorito alimento. De modo que en lugar de freír pescados, se pusieron a freír papas. Y así nacieron las papas fritas.
Según cuenta la leyenda en la primera guerra mundial, los soldados belgas que hablaban francés ofrecieron papas fritas a soldados estadounidenses, quienes las nombraron «papas a la francesa».
Según esta curiosa historia, las papas fritas son de origen belga. Pero hay otra versión de la historia.
Los defensores de que las papas fritas son de Francia afirman que la primera forma de esta preparación fue el Pont-Neuf, una patata frita vendida en carritos en el puente más antiguo de París, el Pont Neuf, a finales del siglo XVIII. Además de que mundialmente se conocen como papas a la francesa, porque nacieron en Francia.
El historiador culinario Pierre Leclercq, explica que si la leyenda basada en Namur es cierta, no es probable que ocurriera en 1680, sino hasta 1739, pues fue hasta 1735 cuando las papas llegaron a la región. En dado caso es poco probable que las frieran pues para el siglo XVIII la grasa era un lujo para la gente pobre.
Vendiendo papas fritas en 1890 en París, FranciaEntonces, ¿cuál es el verdadero origen de las papas fritas? Hablando del origen de las papas fritas la enciclopedia Britannica dice: «Sus orígenes se remontan a Francia y Bélgica, y es un pilar en la cocina de ambos países.