Nuevo León puede resolver su problema del agua tecnificando el campo y utilizando aguas residuales tratadas, aseguró Francisco Valdés Simancas, ingeniero e inventor y director de Valsi Agrícola Industrial SA de CV.
Al participar en el seminario el agua en México una visión multi perspectiva: el caso Nuevo León, detalló que en el estado el 70 por ciento del agua la utilizan para riego agrícola con una eficiencia de alrededor del 30 por ciento solamente.
"Podríamos implementar eficiencias de riego superiores al 90 por ciento recuperando aproximadamente un 60 por ciento del agua que no se aprovecha", expresó.
Tecnificar gradualmente la totalidad del campo de NL, aseguró, permitiría ahorrar hasta el 47 por ciento del agua del Estado lo que equivale 982 millones de metros cúbicos (HM3) por año, (1.84 veces el consumo para abasto público en el estado).
Mediante el intercambio de agua de primer uso agrícola con agua residual tratada de abastecimiento público se puede recuperar un volumen adicional de 491.2 HM3.
"Así que, mediante tecnificación e intercambio de aguas potables por agua residuales se podría liberar hasta 1,473.6 HM3 que equivalen al 70.4 por ciento del consumo de agua de Nuevo León".
Detalló que NL utiliza 2.09 km³ de agua en los cuál es el 70% va para uso agrícola que equivale a 1.474 km3; un 26% para el abasto público que equivale a .5334 km3; y 4 por ciento para la industria que es autoabastecimiento que es 0.086 km³, donde 1 km3 equivale a mil millones de m3 de agua.
El directivo presentó el Proyecto Agua Sustentable para el Noroeste, que tiene como objetivo disminuir la huella de carbono, no crecer las fronteras agrícolas urbanas a costa de los bosques y zonas de captación de lluvia.
Además de balancear acuíferos y usos de aguas superficiales, y recuperar para reutilizar todos los recursos posibles.
Destacó que, por cada dólar invertido en agua, saneamiento e higiene, se pueden recuperar cinco dólares en beneficio social y económico.
Refirió que la recuperación de agua residual para uso en agricultura no restringida tiene un bajo costo además de que el agua recuperada es rica en nutrientes y puede reducir a cero la aplicación de fertilizantes.
"Hay estudios que reportan aumentos en productividad del 54 por ciento en granos y del 39 por ciento en forrajes".
Adicionalmente el intercambio de agua residual tratada con agua de primer concesionada para riego permitirá recuperar más volúmenes.