Talento tech, el más difícil de encontrar

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 26 (EL UNIVERSAL).- Las organizaciones del sector de la Tecnología de la Información (TI) van a enfrentar la mayor dificultad el año que entra para encontrar trabajadores con las capacidades que necesitan.
"La escasez de talento en el sector TI se ha intensificado en los últimos tres años. En 2022 dicho sector presenta una escasez de talento de 68%, misma que creció a 73% en 2023 y para 2024 llegará a 79%, lo cual nos habla que la demanda de talento tech está superando la oferta con la que cuenta el país", indicó Carlos Bueso, director de Experis México, Caribe y Centroamérica.
El estudio "Escasez de talento" de Manpowergroup para 2024 detectó que el sector TI es el que presenta la mayor dificultad para ocupar sus vacantes laborales, superando a Bienes de Consumo y Servicios, con 72% de escasez de talento, mientras Finanzas, Logística y Automotriz la tasa llega a 69%.
"La dinámica de los puestos más demandados en México cambió a raíz de la pandemia. El puesto más solicitado y difícil de cubrir es el de Analista de Datos. Un puesto estratégico para recolectar, procesar y analizar grandes cantidades de datos, con el objetivo de identificar patrones, tendencias y relaciones que puedan ser útiles para la toma de decisiones", detalló el directivo.
México también tiene una enorme reserva de talento tecnológico, con más de 700 mil desarrolladores de software y 3 millones de profesionales STEM registrados entre 2020 y 2021. Un talento TI aproximado de 1.8 millones.
Se estima que 80% del talento de TI se ubica en cinco regiones específicas: Jalisco, Monterrey, Ciudad de México, Estado de México y Querétaro, entidades sede de las inversiones de tecnología.
Un análisis de Experis de Manpowergroup señala que el tema del nearshoring pone la necesidad de tener el talento adecuado. Las empresas globales que buscan soporte tecnológico encuentran en México un lugar muy apropiado para sus inversiones y su estrategia a largo plazo.
Hacia 2024, las tendencias de las nuevas tecnologías de la información para el beneficio de los negocios, incluye machine learning, inteligencia artificial y la realidad virtual.
"Estamos viendo una demanda interesante de varios puestos tecnológicos en el área de desarrollo de software para el desarrollo y modernización de aplicaciones", detalló Carlos Bueso.
Para poder hacer frente a este contexto, Experis recomienda: equilibrar la innovación con el desarrollo humano; capacitación del personal para el uso de nuevas herramientas y plataformas; e incorporar a más mujeres en profesiones de talento tecnológico.
"No podemos dejar de lado cuando hablamos de tecnología, que lo más importante de todo es el talento humano. Son las personas que trabajan con estas plataformas para crear valor, así que mantener este balance entre las plataformas tecnológicas y el desarrollo humano va a ser fundamental en México durante el próximo año", concluyó el especialista.
La socia directora de TAMIM Consultoría de Recursos Humanos, Blanya Correal, dijo que si bien el nearshoring permite aumentar el empleo formal, la mayor parte del crecimiento está en la mano de obra básica, que sigue siendo uno de los grandes problemas del mercado.
"No somos competitivos en la mano de obra técnica, de hecho, las empresas siguen teniendo problemas para poder conseguir el talento especializado que se requiere y por eso en México seguimos compitiendo con mano de obra básica", señaló.
En su opinión, las recientes reformas, como la eliminación de la subcontratación, el cambio de las vacaciones, la regularización del trabajo a distancia, las fuertes alzas en los salarios mínimos y la posible reducción de la jornada de 48 a 40 horas, meten presión a las pequeñas y medianas empresas, por lo que les va a ser muy difícil mantenerse y amenaza con elevar la informalidad.
"En la medida en que crece la informalidad, decrece la posibilidad de tener mejor calidad de trabajo y se reduce la posibilidad de competir con empleo más profesional, técnico y especializado", enfatizó Blanya.
Advirtió que la mayor informalidad no pega en el ingreso, sino que también en las políticas de educación, salud y bienestar de los trabajadores.