Impulsan compra de casas en fracciones

A diferencia de los tiempos compartidos, la compañía ofrece la posibilidad de ser copropietario de un inmueble para vacacionar

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 creció el anhelo de las personas por tener una casa para vacacionar o escaparse un fin de semana, por lo que una empresa mexicana desarrolló el concepto de comprar una vivienda para descanso entre varias personas bajo el esquema de copropietarios.

Así nació Ancana, una firma que se dedica a la compra compartida de inmuebles en destinos turísticos como Tulum, Valle de Bravo, San Miguel de Allende, Acapulco y Puerto Vallarta.

A diferencia de los tiempos compartidos, la compañía ofrece la posibilidad de ser copropietario de un inmueble para vacacionar, mientras que el otro modelo sólo permite ejercer un contrato de uso por determinadas fechas y bajo estrictas cláusulas.

En entrevista, Andrés Barrios, fundador de Ancana, explicó que las viviendas se adquieren entre cuatro y 12 propietarios, como máximo, para que cada dueño pueda por lo menos vacacionar un mes en la vivienda.

"Durante la pandemia nos dimos cuenta de que mucha gente no tiene acceso a una casa de descanso o de vacaciones que les diera un escape de la ciudad para pasar tiempo con su familia o simplemente para trabajar desde un lugar más agradable.

"Nos pusimos como meta hacer esto realidad para millones de familias, para que tuvieran la oportunidad de adquirir una casa de descanso a través de propiedades fraccionadas", señaló.

Por el esquema de compra, la mayoría de las adquisiciones son en efectivo y la inversión va de 700 mil a 5.2 millones de pesos, dependiendo del lugar y tamaño del inmueble.

"Hay algo que se llama copropiedad fraccional, es un título en el que eres el legítimo dueño en el porcentaje que compres, y en playa se hace a través de fideicomisos en los que se otorgan certificados fiduciarios sobre el porcentaje que hayas comprado de la propiedad", explicó Barrios.

Ancana ha logrado la compra compartida de inmuebles por parte de ocho familias que ya son copropietarias de casas de descanso, y tiene 45 nuevos clientes que están definiendo cuál será su futura propiedad.

Barrios recuerda que al desarrollar este proyecto uno de los principales retos fue la inseguridad de los clientes con respecto a la adquisición de una casa fraccionada: "Tenían miedo de que la casa realmente fuera suya por el hecho de ser compartida.

"Sin embargo, cada copropietario tiene las mismas garantías de haber adquirido su propia casa y es muy amigable cuando quieren tomar sus vacaciones en su propio hogar".

Para solucionar el tiempo de uso de los inmuebles se hacen calendarios para la asignación de las semanas que requiere cada familia. De acuerdo con Ancana, el promedio de utilización de una casa vacacional es de 60 días al año como máximo.

Los compradores también dividen los gastos de mantenimiento, impuestos y el pago de los servicios.