México.- En México, el fraude financiero ha evolucionado con los años y ha adoptado nuevas tácticas cada vez más sofisticadas mediante el uso de la tecnología; las víctimas son usualmente personas que no toman medidas de seguridad con sus datos personales y financieros, destacó la Condusef.
A través de la revista Proteja su Dinero, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) advirtió que en los últimos tres años cerca de seis millones de adultos fueron víctimas de algún fraude.
El dinero rápido, esquemas piramidales y la clonación de plásticos, son métodos que utiliza la delincuencia organizada para poner en riesgo las finanzas familiares.
Subrayó que un tema importante de la Educación Financiera es la prevención ante posibles fraudes.
Quienes realizan este tipo de actividades actúan con diversos métodos y técnicas, por lo que es necesario estar siempre informado para implementar medidas de seguridad que protejan las finanzas.
En este sentido, señaló que cobrar un cheque, retirar dinero del cajero automático, solicitar un crédito, pagar con tarjeta o comprar en línea, son riesgos que pueden poner en peligro las finanzas.
Algunos de estos fraudes son el dinero rápido que ofrecen empresas, y que tratan de convencer al usuario se sus beneficios, como largos plazos para pagar, no consultar tu historial crediticio o Buró de Crédito y tampoco te piden comprobante de ingresos.
Este tipo de empresas sólo te traerá más problemas, ya que no se trata de instituciones financieras autorizadas y lamentablemente la Condusef carece de facultades para atender reclamaciones en caso de algún incumplimiento.
Por su parte, los esquemas piramidales forman parte de uno de los fraudes a través de redes sociales que se enfoca en crear cadenas de ahorro y para hacerlas atractivas ofrecen ganancias elevadas.
Existen varios tipos como “Flor de la abundancia”, “Células de gratitud”, “Bolas solidarias”, “Círculos de la prosperidad”, “Telar de las mujeres”, entre otras más.
Mientras que en la clonación, los criminales extraen los datos que contiene la tarjeta para hacer compras por Internet. En muchas ocasiones solo requieren de tres datos para hacer una operación: los 16 dígitos de la tarjeta, fecha de vencimiento y código de seguridad CVV.