Este jueves, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra Apple, alegando que su ecosistema iPhone constituye un monopolio que llevó a una "valoración astronómica" de la empresa a expensas de consumidores, desarrolladores y fabricantes de teléfonos competidores.
Según las autoridades federales antimonopolio y 16 fiscales generales, las prácticas anticompetitivas de Apple se extienden más allá de sus negocios de iPhone y Apple Watch, abarcando áreas como publicidad, navegadores, FaceTime y las ofertas de noticias de la compañía.
La denuncia, presentada en el Distrito de Nueva Jersey y obtenida por CNBC, afirma que cada paso en la conducta de Apple ha fortalecido su monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes.
En respuesta a la noticia, las acciones de Apple cayeron más del 2% durante la jornada del jueves. El Departamento de Justicia indicó que Apple bloqueó aplicaciones de mensajería multiplataforma, limitó la compatibilidad con billeteras y relojes inteligentes de terceros, y obstaculizó programas y servicios no pertenecientes a la App Store y de transmisión en la nube para mantener a los consumidores comprando iPhones.
Este desafío legal representa un riesgo significativo para el modelo de negocio cerrado de Apple. La compañía argumenta que cumplir con las regulaciones puede afectar negativamente la introducción de nuevos productos o servicios y la demanda de los clientes.
La pugna podría obligar a la tecnológica a realizar cambios en algunos de sus negocios más lucrativos, incluyendo el iPhone, con más de 200 mil millones de dólares en ventas en 2023, el Apple Watch, parte de un negocio de dispositivos portátiles valuado en 40 mil millones, y su línea de servicios, que generó 85 mil millones en ingresos.
El Fiscal General Merrick Garland expresó que si no se cuestiona, Apple continuará fortaleciendo su monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes.
En respuesta, Apple declaró que no está de acuerdo con la premisa de la demanda y que se defenderá vigorosamente. Un portavoz de la empresa afirmó que esta demanda amenaza los principios fundamentales que distinguen a los productos de Apple en mercados altamente competitivos.
Esta demanda sigue a años de investigaciones sobre las prácticas comerciales de Apple, así como a dos casos anteriores del Departamento de Justicia contra la empresa: uno relacionado con los precios de los libros electrónicos y otro por acusaciones de colusión con otras empresas de tecnología para reducir los salarios.
"Este comportamiento anticompetitivo está diseñado para mantener el poder monopólico de Apple y al mismo tiempo extraer la mayor cantidad de ingresos posible", concluyó la denuncia.