En la última decisión de política monetaria de 2023, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) determinó por unanimidad no cambiar la tasa de referencia, con lo cual cerrará el año en 11.25%, su nivel más alto desde 2008.
Actuó tal y como se esperaba, pero para algunos analistas dio dos sorpresas en el comunicado emitido, las cuales reafirman que mantendrá el mismo nivel del costo del dinero hasta marzo de 2024.
Con ello, no movió la referencia en seis ocasiones consecutivas en el año, al mantener el mismo nivel desde el 18 de mayo pasado.
Sólo aplicó dos aumentos en 2023: el primero, el 9 de febrero, con 50 puntos base, y el segundo de 25 puntos el pasado 30 de marzo.
La economista en jefe de Finamex, Jessica Roldán, dijo que prácticamente el banco central ya había anunciado hasta cierto punto que no iba a modificar la tasa objetivo.
No obstante, sorprendieron dos aspectos que aparecen en el comunicado de política monetaria, pues van en sentido contrario, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
Por un lado, explicó, en noviembre, en la guía futura se planteaba que la tasa no necesitaba ese nivel por un tiempo prolongado.
"Creímos que había espacio para que se relajara más, y en lugar de decir que se tenía que mantener por cierto tiempo, deberían ser frases más abiertas, que permitieran a Banxico reducir la tasa si así lo veía conveniente tan pronto como en febrero, pero eso no pasó", detalló.
La segunda, agregó, viene en una dirección más hawkish de lo que se preveía, con correcciones al alza en las proyecciones para la inflación.
Destacó que para la inflación sub- yacente hizo ajustes importantes, lo que se contrapone con la posibilidad de que baje la tasa de interés.
"Si estás hablando de hacer recortes, pero a la vez estás subiendo tus proyecciones de inflación, eso genera un poco de confusión", afirmó.
Eso refuerza la idea de que la tasa va a tener un primer recorte hasta la última parte de marzo, con lo cual parecería que Banxico moderó los ánimos de una reducción, estimó.
Poco a poco
En su anuncio de política monetaria, Banxico reconoció que, si bien se prevé que el proceso desinflacionario continúe, se prevé un descenso más gradual de inflación de mercancías alimenticias y servicios.
Por esta razón, los pronósticos para la inflación general y subyacente se revisaron al alza para algunos trimestres. Además, se anticipa que la inflación converja a 3% en el segundo trimestre de 2025.
Así, Banxico elevó la inflación general esperada para el segundo trimestre de 2024 de 4% a 4.12%; para el tercero pasó de 3.7% a 3.8%, y para el cuarto trimestre del próximo año subió de 3.4% a 3.5%.
Para la subyacente, el banco central aumentó sus estimaciones en todos los trimestres de 2024.
Para Banxico, existen riesgos al alza como la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, una depreciación cambiaria y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.