Los bonos de Pemex cayeron este inicio de semana luego de que la agencia de calificación, Moody´s, bajara su calificación crediticia al nivel de territorio basura.
De acuerdo con datos de Bloomberg, las notas de la empresa, cuyo vencimiento será hasta el 2030, cayeron hasta 2.9 por dólar.
Según lo escrito por el estratega de Morgan Stanley, Simon Waever, la rebaja pone el foco en "los malos fundamentos", por lo tanto, "es probable que los diferenciales retrocedan un poco".
Además, el rendimiento que los inversionistas exigen para mantener la deuda de Pemex, se amplió a más de 60 puntos básicos, es decir, 4,93 porcentuales.
Tras ello, los inversionistas prevén que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, asista a la empresa con el pago de los $11 mil millones de dólares de la deuda.
Aunado a ello, indican que el gobierno mexicano tiene que presentar un plan a largo plazo para reducir la carga de Pemex.
La chance de que el gobierno mexicano deje de apoyar a Pemex, provocó que Moody´s redujera la deuda corporativa, de B3 a B1, dejándola en una perspectiva negativa.
Para la agencia de riesgo, la empresa no podría operar debidamente en caso de que las autoridades dejen o incumplan con su apoyo.