CIUDAD DE MÉXICO.- La producción industrial en México se desplomó 10.0% el año pasado producto de la crisis generada por la pandemia por Covid-19, su peor caída a tasa anual desde 1995 cuando cayó 10.9%, revelan los datos más recientes publicados por el Inegi.
Los dos componentes más impactados por la crisis fueron la industria de la construcción, con una caída de 17.2% anual; así como las actividades manufactureras, con una contracción de 10%. Sin embargo, el rebote de la manufactura ha sido mucho mejor desde el punto más álgido del confinamiento en abril-mayo, impulsada por la fortaleza de la demanda externa, mientras que la construcción sigue rezagada ante la incertidumbre doméstica.
Por su parte, la minería fue más estable en -1.1%, beneficiada por la continuación de las operaciones en el sector petrolero desde el inicio de la pandemia, aunque todavía limitada por factores internos. Por último, los servicios públicos (electricidad, agua y gas) cayeron 5.3% ante la contracción económica.
Con base en cifras ajustadas por estacionalidad, la producción industrial reportó una mejora marginal al cierre del año pasado con un avance mensual de 0.1%, con lo que suma siete meses al alza desde la reapertura de la economía.
"Consideramos que el resultado es positivo dado un entorno más complejo en cuanto a la evolución de la pandemia, tanto en México como en Estados Unidos. Como resultado, la actividad en términos absolutos se mantiene cercana a los niveles registrados a mediados de 2011 y alrededor de 3.5% debajo de lo observado en febrero, antes del choque por la pandemia", comentó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.
Como ha sido el caso desde la reapertura, las manufacturas continúan siendo el principal motor del desempeño, aumentando 1.1% en diciembre respecto al periodo inmediato anterior. Al interior, 13 de las 21 categorías fueron positivas.
En opinión del especialista, estos sectores han estado apoyados por: una adaptación más eficiente en las plantas manufactureras y maquiladoras para cumplir con las medidas sanitarias; menor incertidumbre en Estados Unidos tras la elección presidencial; y una fuerte competitividad relativa de estos productos en el mercado estadounidense.
Por su parte, la construcción fue la más afectada en -2.7%, aunque sólo tras dos meses de fuertes expansiones. En específico, la edificación fue la más impactada con una contracción de 5.1%. Mientras tanto, la ingeniería civil sumó un segundo mes a la baja en -1.0%, reflejando todavía retos importantes para el sector.
Los dos componentes más impactados por la crisis fueron la industria de la construcción y las actividades manufactureras.
Cae actividad industrial en 2020
Los dos componentes más impactados por la crisis fueron la industria de la construcción y las actividades manufactureras.