En nuestro país, cuatro de cada 10 personas adultas no hacen ningún tipo de ahorro. Y es que a muchos se les complica guardar una parte de su ingreso por diferentes razones: ya sea por atravesar una situación financiera difícil, gastar más de lo que ganan al mes o, simplemente, por falta de disciplina o de educación en este tema.
Hay quienes piensan que ahorrar solo es significativo cuando se separan sumas importantes de dinero. Aun cuando los especialistas recomiendan empezar por guardar el 10 por ciento de las entradas mensuales, esta cantidad puede representar un reto para las personas. Es por ello por lo que deben considerarse otro tipo de estrategias.
El llamado ahorro hormiga, de acuerdo con información de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es una cantidad de dinero que se suma día a día, de manera que, sin darnos cuenta, es posible crear un colchón suficiente para hacer frente a un imprevisto o, bien, para abonar a otro tipo de ahorro formal.
Según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 60% de la población mexicana sí cuenta con ahorros, pero solo el 21% lo hace a través de instrumentos financieros formales (cuentas de ahorro, de cheques o de nómina), mientras que un 54% utiliza canales informales y un 15% más combina estas dos modalidades.
"Este método de ahorro funciona de manera similar al gasto hormiga. Este hábito se va creando a partir del dinero que sobra todos los días, por ejemplo, la morralla que dejas en el pantalón o en algún lugar de tu casa luego de hacer alguna compra, y se puede depositar en un bote", indica Carlos Guzmán Maldonado, coordinador de programas académicos del Museo Interactivo de Economía (MIDE).
Una de las ventajas del ahorro hormiga es que no se requieren grandes sumas iniciales. De esta manera, las personas pueden guardar pequeñas cantidades de dinero de forma regular. Al llevar a cabo esta acción todos los días, al cabo de un mes, semestre o año, se puede acumular un monto significativo para adquirir un bien, tener un fondo de emergencia o incluso para invertir.
"Si se ahorran 10 pesos diarios, por ejemplo, se logran juntar aproximadamente 300 al mes, mil 800 al semestre y tres mil 600 en un año. Hacer poco todos los días es mejor que hacer mucho solo unos cuantos días. Ponerte metas cotidianas, aunque sean sencillas, es clave para crear un hábito valioso", menciona el especialista.
Entre las desventajas que presenta este método de ahorro es tener el dinero siempre a la mano, ya que puede despertar tentación para gastarlo. De suceder esto, no se podría llegar a una meta que sirva para cumplir un propósito, por ejemplo, utilizar ese dinero para comprar los regalos de fin de año o llevar a cabo un viaje.
También hay que considerar que el valor del dinero puede disminuir con el paso del tiempo. Por ello, la recomendación de los expertos es abrir una cuenta de ahorro en una institución bancaria y considerar pequeñas inversiones que no solo ayuden a protegerlo, sino además abrir la puerta a obtener beneficios financieros.
De poquito se llena el jarrito
La Profeco llama a las personas a poner en práctica el método del frasco del ahorro. Lo primero es elegir un recipiente que permita almacenar el dinero. Esta alternativa consiste en poner diariamente en el frasco, alcancía o bote las monedas que traigas en la cartera o la bolsa. Dado que no se conoce la cantidad exacta a depositar cada día, no debe contemplarse en el presupuesto mensual, en caso de que se tenga uno. El ahorro hormiga resulta tan simple que no se siente la merma en el bolsillo (como sucede en el caso del gasto hormiga). Asimismo, no se considera un sacrificio enorme debido a que solo vas a depositar el dinero que te sobra, por ejemplo, las monedas de 10, cinco, dos o un peso que llegan todos los días a tus manos. Es por ello por lo que el recipiente debe localizarse cerca de donde sueles tener las monedas.
La realidad es que todas las aportaciones suman y son necesarias para alcanzar el propósito planteado por cada persona. En caso de requerir más inspiración, la Profeco aconseja fijarte una meta, la cual puede ser llenar el frasco en determinado tiempo. También se vale poner la alarma del celular todos los días como recordatorio de que debes depositar las monedas en el frasco o poner una leyenda en éste con el objetivo que se va alcanzar.