TOKIO, Japón.- Hace algunos días, cuando llegó a la capital olímpica, una de las primeras cosas que Aremi Fuentes vio en la Villa donde se hospedan los atletas fueron las medallas que se entregan en esta edición. Fue lo poco que necesitaba para terminar de comprobar que no estaba dispuesta a volver a cruzar el Océano Atlántico sin una en su cuello.
"Todos los días me visualizaba con las medallas", comparte la tercera medallista mexicana en los XXXII Juegos Olímpicos. "Desde que llegué a Tokio, las vi y pensé que quería una. Afortunadamente, la tengo".
Mujer de pocas palabras, Aremi comparte la zozobra que experimentó mientras la surcoreana Suhyeon Kim intentó quebrar su marca de 245 kilogramos totales (108 en arranque y 137 en envión) para quedarse con el bronce.
"La sensación es muy contenta. A final de cuentas, no había perdido la esperanza de llegar al podio", reconoce. "Estos últimos dos meses estuve entrenando con todo para tener un buen resultado". El cual no llegó de forma sencilla, ya que la presión de Kim fue mucha.
"Estuvo cardiaco. El último levantamiento lo fallé por un error técnico", revela. "Estaba pensando que sólo debía dar lo mejor de mí y había que esperar al resto de las competidoras, y esta vez la medalla me la llevo yo", concluyó Aremi Fuentes.
Hoy me la llevo
"Todos los días me visualizaba con una medalla"
Hoy me la llevo