Robert Dante Siboldi es uno de los hombres que en el futbol mexicano que apostó por los Tigres como jugador y ahora siendo entrenador.
Apostó no en el tema de las apuestas, más bien sí en depositar su confianza que el proyecto felino levantará con él siendo futbolista y ahora como técnico o entrenador en el futbol mexicano.
La primera ocasión fue rumbo a la temporada 1996-1997, todo esto después de que se concretara el descenso y la pérdida de categoría para los de la UANL en el marzo de hace 27 años.
En ese entonces, Robert Dante Siboldi fue el primer jugador de aquel Tigres que decidió seguir en el equipo pese a la pérdida de categoría y juntos ascendieron a la primera división del futbol mexicano para la temporada 1997-1998.
La segunda ocasión en la que Siboldi apostó por el proyecto de Tigres ha ocurrido hace unas horas, en este mismo 2023, pero ahora como técnico.
Tras la destitución de Marco Antonio 'Chima' Ruiz de la dirección técnica de Tigres, pocos se atrevían a agarrar a un equipo que está en la zona de repechaje en este Torneo Clausura 2023 de la Liga MX, que no gana de local desde hace dos meses, que la afición abuchea al plantel cada que juegan en el Estadio Universitario y la cual considera que una eliminación durante el próximo jueves frente al Motagua en casa y en la vuelta de los cuartos de final de la 'Conca' es más que probable dadas las circunstancias de la institución, pero Siboldi fue el primero que agarró otra vez a este equipo y confía que puede levantarlo de su crisis de resultados.
Incluso toma este proyecto con la obligación de dar resultados de manera inmediata en este semestre futbolístico ya que solo seguiría como técnico de Tigres para el Torneo Apertura 2023 de la Liga MX si es entrega éxitos a la institución entre la 'Conca' y el Clausura 2023.
Tras esta situación, Siboldi se convierte otra vez en el hombre que volvió a apostar por los Tigres, aunque ahora 27 años después y en esta ocasión no como jugador, buscando desde la dirección técnica el levantar este proyecto auriazul que está cerca de caer al precipicio si no es que ya está en el abismo.