MONTERREY.- Un niño, de aproximadamente unos 10 años, ingresó al campo de juego al final del partido entre el Atlético de Madrid y la Real y quiso tomarse fotos con los jugadores de ambos equipos.
Pero para su mala suerte, uno de los elementos de seguridad lo atrapó lo derrumbó al césped con algo de violencia.
Al final, el menor logró tomarse fotos con los jugadores de ambos equipos, pero lo hizo segundos después de haber caído de manera brutal ante el exceso de fuerza por detenerlo del personal de seguridad.