Ciudad de México.- Más allá del desempeño de los Tomateros de Culiacán (representantes de México), la Serie del Caribe 2021 ya sufrió su primera gran derrota: las alarmantes imágenes del estadio Teodoro Mariscal en plena pandemia de Covid-19.
Según el semáforo epidemiológico nacional, Sinaloa se ubica en anaranjado, por lo que sólo se debe admitir al 45% de la capacidad del inmueble, lo que significa poco menos de siete mil aficionados, pero durante las dos primeras jornadas del clásico caribeño el recinto presentó entradas muy cercanas al lleno, lo que ha puesto en el ojo del huracán al comité organizador del evento.
Pese a que se invita a los asistentes a cumplir con las medidas sanitarias de rigor, la realidad es que es muy difícil controlarlos, sobre todo durante los momentos en los que la novena mexicana realiza jugadas clave en sus partidos, por lo que algunos sectores de la sociedad ya cuestionan los estándares de seguridad en el torneo.
El estadio Teodoro Mariscal es la sede de la competencia, pero ni la pandemia evitó que un gran número de aficionados asistiera al día inaugural.