Osmar Olvera hizo historia este jueves luego de ganar su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, gracias a su desempeño en los clavados desde el trampolín de tres metros, sin embargo, su entrenadora, Ma Jin, fue pieza clave para el éxito del joven de 20 años en estas olimpiadas.
Los expertos señalan a Jin de ser la responsable de elevar el nivel competitivo de los clavadistas mexicanos, entrenando a grandes figuras de nuestro deporte, como Paola Espinoza, Romel Pacheco y Laura Sánchez.
Pero no todos fueron éxitos para la entrenadora, pues en una entrevista reciente, Jin compartió que, cuando llegó a México "no entendía nada" y sufrió un choque cultural inesperado.
Formada desde niña en la disciplina de clavados, Jin nació y se crió en China, la mayor potencia mundial de este deporte y país donde aprendió un poco de español durante sólo tres meses.
“Cuando llegué a México parecía que no podía usar el español, no entendía. Sólo mesa, cielo, puerta, por favor y cosas así, yo empecé a hablar español en México”.
Ma llegó a México en el año 2003 tras no poder seguir con su carrera como clavadista y, pese a las dificultades, se abrió camino para trabajar como entrenadora de clavados de selección nacional pensando que no se quedaría mucho tiempo en el país.
Sin embargo, casi 20 años después, Jin acaba de recolectar otras dos medallas olímpicas, una de plata y una de bronce, de la mano de su pupilo, Osmar Olvera y del saltarín regiomontano, Juan Celaya.
"Me siento muy feliz de que podré estar con Osmar, con quien ya hemos dado grandes resultados para México", dijo la entrenadora, recalcando que está comprometida con darle más victorias a la nación que le abrió las puertas.
"Yo amo este país y quiero seguir dándole buenos resultados", indicó antes de iniciar los juegos de París 2024.
Ma Jin ha sido uno de los pilares para que México ostente alrededor de 260 medallas olímpicas, campeonatos mundiales, preseas de Juegos Panamericanos, entre otras competencias.
Para ella, la base del éxito deportivo tanto de sus estudiantes como de los más grandes alrededor del mundo, es la disciplina y la exigencia, esto, más su personalidad directa y seria, le han imprimido el carácter necesario a los clavadistas para dar un salto de calidad en la disciplina.
“Yo soy muy sincera, no tengo tiempo para preguntarte cómo estás, cómo te sientes (...) los muchachos me preguntaban por qué no podía decirles ´estuviste muy bien´, yo soy más directa. Si no ganas una calificación de 10 en un clavado, no te puedo decir ´muy bien'”.
Actualmente, Jin es toda una formadora de campeones, jóvenes que fueron entendiendo su estilo y manera de ser, lo que los ha llevado a los puntos más altos del deporte global.