A casi 20 años de su retiro del boxeo profesional, Mike Tyson volvió a calzarse los guantes y subir al ring. Fue para pelear contra el influencer Jake Paul, hermano de Logan, quien en 2021 se enfrentó a Floyd Mayweather. Por decisión unánime, los árbitros dieron por ganador al creador de contenido, mientras que ambos se mostraron respetosos por el otro durante cada asalto.
En un combate en el que se atrasó y comenzó alrededor de las 2, "Iron" Mike se midió contra la celebridad de Internet en el AT&T de Arlington, Texas, Estados Unidos. La pelea estuvo muy pareja y, a pesar de la diferencia de 31 años entre ambos, la paridad se hizo notar.
Tyson tiene 58 años, sin embargo, se mostró frenético arriba del ring. Sorprendió con sus movimientos rápidos, sus reflejos y con algunos golpes limpios y certeros que no derribaron a Paul pero se hicieron sentir.
Una sorpresiva actitud del veterano generó dudas en el público, tanto presente como los que seguían la transmisión.
A cada rato, se mordía su guante, mientras estaba en guardia ante cualquier ataque de su rival. Según aseguraron desde su equipo y él mismo contó, se trató de una "fijación por morder", lo que algunos tomaron como un chiste por su histórico episodio con Evander Holyfield.
El gigante estadounidense aguantó los ocho rounds de la pelea. De todos modos, al final del combate ambos demostraron cansancio y aflojaron la intensidad. Incluso, el ganador le hizo una reverencia a su rival en señal de respeto, mientras que Tyson le dio la mano.
Al finalizar la pelea, Paul se rindió ante los pies de Tyson: "Es un honor. Es una leyenda y el mejor que lo pudo haber hecho. Yo me inspiré en el porque es el ´GOAT´ [´El mejor de todos los tiempos´, por sus siglas en inglés]. Este hombre es un ícono".