Con el deseo de acudir a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, la gimnasta regiomontana Melissa Flores sigue con la preparación para cumplir con el objetivo y, aunque sabe que la aduana es complicada, no pierde la esperanza.
Flores, quien junto con la jalisciense Dafne Navarro pasó a la historia de la gimnasia de trampolín al obtener la primera medalla mundial en Rusia en 2018, confió en la preparación final para cumplir con el objetivo.
Señaló que a partir de este lunes iniciará con el trabajo en sus nuevos elementos con más grado de dificultad para sumar mejor puntuación en sus asistencias en la Copa del Mundo de febrero.
Flores añadió que los entrenamientos han sido fuertes porque no desea dejar nada sin mejorar y llegar en las mejores condiciones a dos de las primeras Copas del Mundo para sumar puntos vía ranking.
La gimnasta espera tomar parte en los certámenes de Copa del Mundo en Bakú, Azerbaiyán, el 15 y 16 de febrero, y en la etapa de Brescia, Italia, el 24 y 25 de abril.
Comentó que la misión en estas dos contiendas internacionales es llegar lo más cerca posible de la zona de medallas para tener mejor puntuación y además subir al podio, tener una importante acumulación de unidades.
El año pasado, la gimnasta especialista en trampolín no tuvo un buen paso en las justas puntuables y espera hacerlo ahora ya tiene su pase olímpico y se abre una posibilidad de conseguirlo.