La espera por el inicio de los Juegos de París está cada vez más cerca de terminar, y ayer la llama olímpica llegó a Marsella.
Con un importante dispositivo de seguridad, la llama olímpica llegó apenas ayer a Marsella, la primera ciudad francesa donde iniciará el recorrido para tiempo después llegar a París, en donde será la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos durante el próximo 26 de julio.
Las autoridades francesas se prepararon para la llegada de la llama olímpica a Marsella que provenía a bordo del velero Belém, mismo que partió de Grecia desde el pasado 27 de abril.
Al menos unas 150 mil personas estuvieron en el puerto marsellés para recibir el fuego olímpico, motivo por el cual las autoridades francesas se prepararon con un fuerte dispositivo de seguridad para que todo sucediera con relativa normalidad.
La llegada de la llama olímpica desde Grecia hacia Marsella duró unos 12 días tras una larga navegación por el mar Mediterráneo.
El tres mástiles avistó a primera hora de la mañana la costa francesa y comenzará una parada festiva que durará toda la jornada, en la que tienen previsto participar un millar de barcos y 150 mil personas en la segunda ciudad del país
A partir de ahí, la antorcha comenzará un periplo de 79 días que le llevará por 64 departamentos del país, incluidos los de ultramar, pasando por las manos de 10 mil relevistas, antes de llegar a París el 26 de julio para la ceremonia de inauguración sobre el Río Sena.
Esperan 11.3 millones de turistas
En Francia, el país en donde serán los próximos Juegos Olímpicos, esperan que unos 11 millones y 300 mil turistas asistan a la próxima justa veraniega.
Y de ese número de gente que asista a los Juegos Olímpicos, las autoridades de Francia esperan que todos ellos lleguen exclusivamente a París, donde serán las competencias deportivas del 26 de julio al 11 de agosto.
Según estudios recientes de las autoridades francesas, un 86.7 por ciento de los visitantes durante las competencias serán franceses y los alrededor de 1.5 millones de extranjeros suponen una cifra similar a la que la región de París recibe en un verano normal.
Aunado a eso, se espera que los turistas en mayor número sean británicos, además de estadounidenses y alemanes.