Igor Lychnovsky se proclamó campeón con las Águilas del América hace no más de una semana, siendo pieza fundamental en la obtención de la décimo cuarta estrella de los azulcremas.
La grandeza del defensor chileno no está en lo hecho únicamente en el campo, sino en lo que hace fuera de él, dejando huella más allá de lo que sucede en el rectángulo de las emociones
Lichnovsky pasa sus vacaciones en Kenia y no lo hace para relajarse, sino para ayudar a una de las poblaciones más golpeadas y que viven en la miseria, principalmente trabajando con niños y jóvenes.
La intención del jugador es acercar a los niños al deporte y que en ellos se encuentren una salida a los problemas que se viven en dicho país, claro está solventando primero las necesidades básicas de cualquier ser humano.
“Hace 6 meses llevamos juntos la necesidad más básica de vida que puede tener un ser humano, agua potable. Ahora podemos llevar vida acercando la posibilidad de desarrollarse en el deporte, no con el único fin de ser grandes profesionales, sino con el fin de formar grandes personas que puedan llegar a ser grandes deportistas e inspirar a una zona que está olvidada por sus gobernantes y responsables”, señaló el futbolista a través de sus redes sociales.
Lichnovsky planea construir un estadio pequeño para los niños en Kenia con la intención de hacer una pequeña diferencia en este mundo sumándose a deportistas ejemplares como Sadio Mané o Francis Ngannou, por mencionar algunos.