La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) anunció una nueva política de protección que tiene como objetivo garantizar que tanto jugadoras como jugadores y el personal se sientan seguros de abusos durante el circuito de tenis y sepan cómo reportar comportamientos inapropiados.
De esta manera, ATP se convierte en uno de los pocos organismos deportivos en anunciar este tipo de protocolos, el cual refleja el trabajo en conjunto con la Asociación de Tenis Femenino (WTA), la ITF (Federación Internacional de Tenis) y los Grand Slam para erradicar la violencia de género.
Entre los puntos clave del Programa destaca el desarrollo de políticas de protección integrales, lo cual incluye un código de conducta con medidas concretas contra el abuso, la violencia doméstica, el acoso así como las conductas inapropiadas; además, se dará capacitación con perspectiva de género a jugadores, entrenadores y personal de los torneos.
Se crearán canales claros y accesibles para reportar de manera anónima agresiones, al tiempo que deberá haber un Oficial de Protección Designado (DSO) en cada torneo ATP Tour y Challenger Tour, así como supervisión independiente.
La ATP detalló que recurrirá a la inteligencia artificial y la supervisión humana para detectar y gestionar contenido nocivo con la intención de reforzar el protocolo de seguridad.
"Este programa ayuda a garantizar la seguridad. Al introducir protecciones claras contra el abuso, estamos fortaleciendo la cultura del tenis y alineando nuestro deporte con los estándares globales de gobernanza y cuidado", afirmó Eno Polo, director ejecutivo de la ATP.
Uno de los recientes casos de mensajes ofensivos e intimidantes fue el de Renata Zarazúa, la mexicana mejor colocada en el circuito, quien fue víctima de ciberacoso a principios de noviembre de este año. Zarazúa, disputaba un torneo de Austin 125 en Texas, en el que después se coronó, cuando recibió insultos de género y discriminatorios. La tricolor compartió los mensajes en redes sociales para denunciar los ataques que había recibido, aunque prefirió en ese momento no ahondar en el tema.
Otro episodio polémico fue el de la británica Emma Raducanu, quien fue víctima de acoso por parte de un aficionado en el WTA 1000 de Dubai en febrero. Se reportó que un espectador mostró una conducta invasiva y obsesiva ante la tenista, lo que llevó a la jugadora a entrar en pánico y esconderse tras una juez de línea hasta que el agresor fue retirado del lugar.