A pesar de haber ganado su cuarto oro consecutivo, el camino de los estadounidenses no fue nada fácil demostrando que otros países han logrado un enorme crecimiento
Hace ya mucho tiempo que al equipo de baloncesto de los Estados Unidos no se le puede llamar Dream Team y el camino a la medalla de oro en estos Juegos Olímpicos de Tokio es una prueba de ello.
Es cierto que el Team USA logró la medalla de oro con su victoria 87 por 82 ante Francia, gracias a a los 29 puntos de Kevin Durant y 19 de Jayson Tatum, pero no lo hizo de la forma avallasadora y dominante como nos tenía acostumbrados.
¿Es un “Dream Team” si no juegan los LeBron James, James Harden, Anthony Davis, Stephen Curry? Sin temor a equivocarnos, el equipo estadounidense está cargando con mucho talento, pero no son los mejores.
Los problemas comenzaron desde el inicio. La partidos de preparación fueros accidentados por las derrotas y el Covid-19, a pesar de sus quince medallas de oro previas.
Todo comenzó con una sorpresiva derrota ante Nigeria que encendió todas las alarmas y siguió con el revés ante Australia 83-91. Al vencer por 28 puntos a Argentina, el ambiente dejó de ser tan tenso, pero quedaban las dudas, que volvieron a surgir con la derrota ante Francia en Tokio.
Popopich y su cuerpo técnico estaba siendo blanco de ataques, de cómo era un gran dirigente en la NBA, pero en las olimpiadas simplemente no se le daba. Muchos llegaron incluso a decir de que el dirigente de los San Antonio Spurs no tenía idea de lo que estaba haciendo.