México.- Organizaciones nacionales e internacionales que promueven el cuidado del medio ambiente, urgieron al gobierno mexicano a que ratifique la enmienda de movimiento transfronterizo de plásticos y la prohibición de exportación de residuos peligrosos de países ricos a en vías de desarrollo del Convenio de Basilea.
Entre los firmantes de la petición están Fronteras Comunes, A.C., Greenpeace México, el Laboratorio en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad, la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, the International Pollutants Elimination Network (IPEN), Ban Action Network y the Global Alliance For Incinerator Alternatives (GAIA).
El Convenio de Basilea es un tratado multilateral adoptado por 170 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 22 de marzo de 1989, cuyo fin es proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos nocivos de la generación, manejo, movimientos transfronterizos y eliminación de desechos peligrosos, entre los que se pueden citas las baterías de ácido, lámparas fluorescentes, plaguicidas, desechos electrónicos y plástico, entre otros.
La solicitud de las organizaciones, es que el gobierno mexicano ratifique la Enmienda sobre la Prohibición del Convenio de Basilea, y que apruebe el anteproyecto presentado ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), la Semarnat y la SRE, desde el 28 de junio de este año, y la adopción de la Enmienda de Plásticos, impulsada por Noruega en la Conferencia de las Partes, COP 14 (10 de mayo de 2019), a la que México se sumó.
La mencionada prohibición (que entrará en vigor el 5 de diciembre de 2019, y es respaldada por 97 países), apoyada por el gobierno mexicano hace 25 años pero aún no ratificada, promueve la modificación de leyes, tanto nacionales como internacionales para que los países ricos no exporten sus desechos peligrosos a países en vías de desarrollo, “lo que daña la salud de trabajadores, de las comunidades, del ambiente, y la justicia y derecho internacional”, acotó Marisa Jacott, directora de Fronteras Comunes.
Los activistas subrayaron que la Enmienda para el control del movimiento transfronterizo de plásticos es de suma importancia para proteger al país de la importación de estos desechos, además de abonar a los esfuerzos para limpiar el comercio internacional de residuos plásticos, y reducir los daños producidos por sus fugas al medio marino y terrestre.
Lo anterior, dado que el gobierno de China cerró sus fronteras a la importación de plásticos sucios y contaminados, por lo que la industria mundial del producto busca nuevos mercados, por lo que México debe firmar la enmienda para evitar dichos flujos, principalmente de Estados Unidos, el mayor productor de ese tipo de desechos y que se niega a catalogarlos dentro del Anexo II de Convenio de Basilea (altamente contaminantes y peligrosos).
“Los países de la OCDE no han incorporado esta enmienda por el bloqueo de Estados Unidos para seguir exportando sus plásticos contaminados a países de vías de desarrollo, donde las capacidades técnicas de ‘reciclaje’ no son las adecuadas, afectando la salud de las personas y el ambiente debido a este comercio desmedido de desechos plásticos”, advirtió Marisa Jacott.
De acuerdo con informacio?n de Profepa y medios electro?nicos, Me?xico desde hace an?os, lidia con inmovilizaciones de cargamentos, aseguramientos, retornos, exportaciones ilegales de desechos peligrosos -de acuerdo con el Convenio de Basilea- como escorias de aluminio, desechos electro?nicos en los puertos de Tamaulipas, Colima, Veracruz, Michoaca?n, Chiapas, entre otros, precisamente por ser movimientos que contravienen el Convenio de Basilea.