La Unión Europea otorga el título de capital cultural, anualmente, a una o varias ciudades o regiones para promover la diversidad, los aspectos comunes de la cultura europea y fortalecer el sentimiento de identidad de los ciudadanos con Europa; en ese lapso, se ofrece un gran número de eventos culturales.
Este 2023, las ganadoras fueron Timisoara, en Rumania; Veszprém, en Hungría y Eleusis, en Grecia. Tres ciudades quizá poco conocidas pero que esperan atraer turismo.
PEQUEÑA VIENA
Con 300 mil habitantes, Timisoara es la tercera ciudad más grande de Rumania. Se encuentra en el triángulo fronterizo Rumania-Hungría-Serbia y tiene alrededor de 1,000 años de historia. Con más de 15.,000 edificios históricos, su paisaje urbano recuerda a la capital de Austria, de ahí el apodo de "pequeña Viena".
VESZPRÉM Y SUS VINOS
Veszprém también cuenta con una larga historia: es una de las ciudades más antiguas de Hungría. Fue construida sobre cinco colinas junto al río Séd. Es más conocida por su club de balonmano, pero también se puede visitar sus iglesias, museos, colecciones de arte y el palacio arzobispal barroco del siglo XVIII.
Veszprém ha sido hasta ahora un lugar desconocido, pero los organizadores de la Capital Europea de la Cultura quieren cambiar esto y atraer hasta 2.5 millones de personas. La ceremonia de apertura se lleva a cabo el 21 de enero con un gran espectáculo. A partir de la primavera, la ciudad se pondrá en marcha para los turistas. El programa consta de música, gastronomía y vino.
Veszprém está a sólo diez kilómetros del lago Balaton, en cuyas orillas se cultiva vino desde la época romana.
ELEUSIS
Grecia también tiene una capital cultural europea, Eleusis, a solo 20 kilómetros de Atenas. La ciudad siempre se ha visto eclipsada por su gran vecina, Atenas. El programa arranca el 9 de febrero. En la Antigüedad, la ciudad era conocida por una especie de culto secreto que celebraba cada año el renacimiento de la naturaleza. Las ruinas de este lugar de culto todavía se pueden visitar.
Eleusis experimentó su último gran apogeo en el siglo XIX y principios del XX. La ciudad fue uno de los centros industriales más importantes de Grecia por su puerto. Pero luego El Pireo y Atenas se convirtieron en el epicentro de la economía del país. El puerto de Eleusis se ha convertido en un cementerio de barcos, un desastre para el medio ambiente pero fascinante para los visitantes.