A casi cinco años de su fallecimiento, el talento y creaciones del artista zapoteco Francisco Toledo siguen surgiendo y viendo la luz en su ciudad.
El día de ayer lunes fue inaugurada en Oaxaca una obra póstuma del artista plástico conocido como "el oaxaqueño universal", que consiste en un entramado de rejas de hierro que Toledo diseñó específicamente para el atrio del templo de San Felipe Neri, ubicado en el Centro Histórico de la capital.
El complejo cuasi escultórico consiste en rejas diseñadas para proteger el atrio de este templo colonial de cantera verde, famoso por ser el lugar de las nupcias de Benito Juárez y Margarita Maza y al cual el maestro Toledo le creo una serie de rejas inspiradas en las espinas de la corona que la tradición católica afirma que le fue colocada a Jesús en su camino al Calvario.
Las obras tomaron tres meses, comenzaron el pasado 15 de enero, y se efectuaron gracias a donaciones de la ciudadanía, que se sumaron a la donación del artista plástico, quien previamente ya había incursionado en la creación de rejas de hierro como parte de su obra, y cuyo ejemplo más notable es la inspirada en alacranes que resguarda al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
La develación de la reja atrial del lado poniente de la capellanía de San Felipe Neri, se logró con apoyos de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, la asociación civil Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico "Manuel Álvarez Bravo" (CFMAB), el Municipio de Oaxaca de Juárez, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto del Patrimonio Cultural del Estado (Inpac).
La reja atrial de San Felipe Neri puede considerarse como uno de los últimos trabajos en vida de Francisco Toledo, de su interés por el cuidado del patrimonio, y también una obra póstuma.