El icónico taller Madoura, donde Pablo Picasso produjo más de 3,500 obras cerámicas, se prepara para abrir una nueva etapa como museo en 2027, tras casi treinta años cerrado. Ubicado en Vallauris, en la región francesa de Provenza, este espacio cargado de historia será restaurado gracias a una inversión pública superior a los ocho millones de dólares.
Fundado en 1938 por los ceramistas Suzanne y Georges Ramié, Madoura fue un centro de innovación artística que atrajo a grandes nombres como Henri Matisse y Marc Chagall. Picasso lo convirtió en su refugio creativo a partir de 1948, cuando exploró intensamente la cerámica durante más de dos décadas. El taller cerró sus puertas en 1997, pero gran parte del mobiliario, herramientas y materiales de trabajo originales se mantuvieron intactos.
Kevin Luciano, alcalde de Vallauris, encabeza el ambicioso proyecto de recuperación, cuyo objetivo es conservar la autenticidad del edificio. La primera fase de restauración ya concluyó, con trabajos esenciales como la creación de cimientos (ya que antes no existían), la eliminación de asbesto, y el refuerzo estructural con contrafuertes de piedra.
En otoño comenzará la segunda fase: una ampliación de 280 metros cuadrados que funcionará como entrada principal del museo, así como la creación de un jardín público de 1,850 metros cuadrados. "Queremos más vegetación y menos cemento", declaró Luciano.
Este nuevo museo se sumará al Musée National Picasso, también en Vallauris, hogar del fresco La Guerre et la Paix. Mientras tanto, el legado cerámico del artista sigue generando interés internacional, como lo demostró recientemente una subasta en Ginebra donde varias piezas superaron los precios estimados.