El Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) de Francia realizará mañana y el sábado el coloquio "Violencia(s) y trabajo de campo en México: convivencia ética de la investigación y reglas de cientificidad en humanidades y ciencias sociales", que tiene como objetivo reflexionar y analizar sobre las transformaciones sociales y políticas de los entornos que convierten a ciertas zonas de investigación en territorios hostiles y peligrosos para los investigadores.
El encuentro contará con la participación de especialistas de México y Francia, que dialogarán en diferentes mesas sobre trabajo de campo en convivencia con crimen organizado, pobreza, desigualdad y violencia de género, entre otros temas que atraviesan a la sociedad mexicana.
Este coloquio fue organizado por el CEMCA y por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en colaboración con instituciones de educación superior de Francia, tales como la Universidad de París y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).
De acuerdo con la información divulgada por el CEMCA en su portal web, este encuentro surge de la necesidad de crear mecanismos de acción para enfrentar los desafíos de realizar trabajo de campo en un país azotado por el crimen organizado.
"Para el CEMCA el trabajo de campo es parte constitutiva del laboratorio de investigación, aunque nunca se ha pensado como tal de manera sistemática y diacrónica. En 1960 se creó la Misión Arqueológica y Etnológica Francesa en México para facilitar el trabajo de campo de los investigadores franceses en el país", se puede leer en su portal web.
El encuentro también tendrá como finalidad ser una plataforma para que investigadores franceses del CEMCA compartan sus experiencias en campo en México, debido a que, por la naturaleza de esta institución, realizan misiones en diferentes estados durante uno o dos años y se enfrentan a situaciones adversas o violentas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Véronique Darras, arqueóloga del CEMCA y del CNRS y que participará en el coloquio, explica que el coloquio pretenderá reflexionar sobre los cambios del trabajo de campo en los últimos años. "Yo trabajo desde hace 30 años en Michoacán haciendo trabajo de campo arqueológico, efectivamente, desde hace 5 años, observamos una aceleración o un cambio brutal que nos dificulta el trabajo", adelanta.
La especialista afirma que, aunque Michoacán ha sido una zona de violencia desde hace 30 años, eso no les dificultó trabajar, sino que, en años recientes, ciertas prácticas agrícolas fueron tomadas por el crimen organizado. "Lo que observamos fue una mecanización para nivelar la irrigación, aparecieron nuevos cultivos como fresa y aguacate, hay una destrucción acelerada de tierras donde hay zonas arqueológicas, los sitios se vuelven inaccesibles", explica.
La arqueóloga afirma que ciertos ejidatarios les han prohibido el acceso a las zonas de excavación en Michoacán, y que, en algunas ocasiones, recibió amenazas y fue obligada a dejar el lugar.
"Ya no podemos funcionar en este sistema, estamos en un sistema inestable y peligroso, antes podíamos tener más control porque las cosas eran verticales, pero eso ha cambiado, no tenemos control sobre las variantes para realizar el trabajo de campo", reflexiona.
Entre los participantes del coloquio de origen mexicano se encuentran Olga Odgers, del Colegio de la Frontera Norte, David Lorente, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Yerko Castro, de la Universidad Iberoamericana, y Carolina Rivera, del CIESAS Sureste.
El coloquio se realizará en la Casa de Francia, ubicada en Havre #15, colonia Juárez. Para conocer más detalles del encuentro y los horarios, consultar la página web del CEMCA: https://cemca.org.mx/es/violencias-y-trabajo-de-campo-en-mexico/.