El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey presenta Cumbia y apañe. Vestigios de una juventud regia, del colectivo Campo Semántico, una exhibición que se enfoca en las manifestaciones urbanas juveniles que surgieron en los ochentas
Dicha exposición estará en la Galería Educativa y se extiende hasta el 11 de agosto, y forma parte de las actividades por el 33 aniversario de MARCO.
A través de documentos, fotografías, recreaciones de murales y grafitis, la muestra reflexiona sobre la presencia del grafiti en la Ciudad desde una perspectiva histórica y social, además de su relación con la cumbia colombiana y el vallenato.
El colectivo invitó a 65 artistas urbanos de distintas épocas para recrear sus firmas de bandas. La gran mayoría colocadas sobre los muros de la terraza del museo; incluso, un mural de una cabina telefónica recrea cómo se encontraban estos trazos en los extintos aparatos.
Cabe mencionar que, el colectivo plantea que la cumbia migró de Colombia, donde fue apropiada en los setentas por los sonideros (una figura similar a los disc jockey que son un movimiento cultural a partir de la música cumbia colombiana y el vallenato), también, adoptada en las colonias populares por la comunidad juvenil, quienes bailan y cantan formando un círculo.
Es a la par de esa expresión cultural que surge lo que coloquialmente se conoce como "apañe", una caligrafía urbana que se empieza a visualizar en el espacio urbano a través del grafiti, es decir, son las huellas de quienes transitan por ciertos sectores de manera habitual. Y estas firmas no solo son de individuos y sus apodos, también de los colectivos o bandas a las que pertenecen.
"Desde Campo Semántico hacemos este ejercicio como homenaje y recordatorio, a ese complejo tejido de expresiones urbanas, economías de subsistencia y creación de códigos y lenguaje callejero por la juventud negada", manifiesta el colectivo.
"Las bandas y colectividades son uno de los esfuerzos más grandes que la ciudad ha visto por construir alternativas al modelo único de ciudad. Qué el archivo y los vestigios aquí presentados por sus propios autores y guardianes sean puente con la generación que transformó el paisaje industrial al ritmo de la cumbia".
La muestra se compone de cuatro apartados. El primero es El origen y conformación de las bandas, en donde se aborda una dinámica muy habitual en los jóvenes: la reunión o "el cotorreo".
El segundo, Tropicalización o el sentimiento cumbiambero aborda cómo la cumbia infiltró todos los rincones de Monterrey gracias a los sonideros de la Colonia Independencia y el sector conocido como La Campana. Ahí, jóvenes y adolescentes adoptaron esta música tropical, que se convirtió en una amalgama de nostalgia, festividad y liberación, creando un nuevo código cultural entre los jóvenes.
La tercera parte, Explosión Vallenata y Cumbiambera, se enfoca en la década de los noventa, destacando la presencia de las mujeres en las bandas, también cuando la Cumbia y el Vallenato llegaron a las masas.