Opciones para cuidar nuestra salud mental este Buen Fin 2023

Hoy más que nunca es importante poner atención a la salud mental en la familia

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 17 (EL UNIVERSAL).- La mala salud mental representa 18% de todas las enfermedades. Estas mismas afectan a alrededor de 30% de la población; es decir, tres de cada 10 personas tiene un trastorno mental en un momento de su vida.
Entre 26% y 42% de los mexicanos que tienen trastornos de moderados a graves piensan que no necesitan un tratamiento, reveló María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el simposio "Salud mental cerca de todos", organizado por El Colegio Nacional.
Asimismo, durante la presentación de la colección de libros "La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades", también de la UNAM, Emilia Lucio y Gómez Maqueo, profesora emérita de la misma facultad, destacó que el confinamiento detonó un importante crecimiento en los problemas de salud mental.
"Hizo que brotaran cosas que normalmente no se veían tanto, pero que ya estaban. Por ejemplo, se incrementó muchísimo la violencia doméstica, porque, para algunas personas, convivir todo el día en un espacio muy pequeño era algo que no hacían; cada miembro de la familia tenía su vida aparte y eso impedía los conflictos", explicó.
Es por eso que hoy más que nunca es importante poner atención a la salud mental en la familia y, para ello, existen diferentes alternativas que se adaptan a las necesidades de cada persona.

La terapia psicológica familiar

Generalmente proporcionada por un psicólogo, un asistente social clínico o un terapeuta acreditado, la terapia familiar puede ayudar a los miembros a mejorar la comunicación y resolver conflictos.
"Consiste en un espacio en donde la familia explora alguna problemática a resolver, y el especialista observa desde cómo se sientan, junto a quién o quién llega primero. La idea es que todo este lenguaje no verbal que habla sobre la dinámica que tienen y que a veces no es tan evidente, pero da información, se analice y que, en conjunto, se busquen soluciones", explicó Rocío Botello, psicoterapeuta individual y familiar, además de cofundadora del Centro del Bienestar Integral.
Indicó que esta terapia es muy recomendable cuando uno o varios miembros de la familia detectan que hay algún problema en su relación o dinámica y todos quieren participar en la solución.
"A veces, no todos quieren o pueden participar. Entonces, es mejor que al menos el que detecta el problema acuda a terapia para que entienda cómo su rol influye en la persistencia del problema", recalcó Botello. "La familia es un sistema donde cada miembro tiene un rol, el cual influye y afecta al otro. Es como un engranaje, y a veces basta con que una pieza cambie para que se modifique todo el mecanismo".
Sin embargo, apuntó, el avance es mucho más rápido si todos los miembros de la familia contribuyen a la solución del problema. "Puede tener varias etapas: en algunas sesiones puede ir toda la familia para ver cómo se relacionan las personas. Y, en otras, individuo por individuo, para ir trabajando de manera más profunda en las problemáticas de cada persona y en cómo estas afectan, no solo la dinámica familiar, sino también sus relaciones con otros sistemas, como sus amigos, su trabajo o su escuela", recalcó.

Constelaciones familiares

Una alternativa que existe es la de las constelaciones. Es una técnica que plantea que, si una persona tiene un conflicto a nivel social, lo primero que debe hacer es resolverlo a nivel familiar.
Creada por Bert Hellinger, esta terapia se realiza en grupos de varias personas que no tienen ningún vínculo familiar entre ellas, y un terapeuta organiza la sesión para que cada participante acomode a los presentes –que juegan el rol de sus familiares– de acuerdo con el lugar que crean que ocupan en la familia y así encontrar vivencias inconscientes y detectar similitudes en los casos de todos sus integrantes.
"Las constelaciones familiares trabajan con el inconsciente familiar. En ellas se ven puntos como el orden y las jerarquías, los secretos familiares y las deudas emocionales", explicó Gina Cárdenas, terapeuta holística.
Aclaró que no es recomendable tomar este tipo de terapias en familia, sino que es mejor que cada persona trabaje de forma individual.
Cada persona puede tomarla para resolver los conflictos que considere, como los que pueda tener con su papá, mamá o hermanos, hasta su relación con el dinero y el éxito o situaciones en el espacio laboral.
"Todo eso se ve de manera individual porque no estamos trabajando la relación, sino el vínculo. Lo primero se refiere a la manera en la que me relaciono con otros miembros de la familia y lo segundo es lo que llevo dentro de mí y mi lugar", recalcó. "En ocasiones, tomamos el lugar en la familia que no nos corresponde. Por ejemplo, tomamos el lugar del papá o de la mamá o de la pareja o del hermano mayor".
La modalidad que maneja Cárdenas es la de "constelaciones fluviales", la cual se realiza dentro de una alberca y los representantes de la familia son figurines de plástico. Ella aclara que este tipo de sesiones no las realiza con menores de edad.
"Son ideales cuando deseamos arreglar algún conflicto y checarlo desde otro punto de vista, analizando el rol que cada uno de los miembros de la familia desempeña en las situaciones que queremos resolver", mencionó.

Biodesprogramación

Buscar una emoción guardada –que a su vez provoca un síntoma de enfermedad– para poder identificarla, reconocerla y expresarla, y así favorecer la salud de las personas. Éste es el propósito de la biodesprogramación.
En esta terapia alternativa se busca un evento dramático que haya vivido la persona con el fin de que lo mire desde una perspectiva más amorosa, explicó Fernando Sánchez, experto en Biodesprogramación. "Si nosotros logramos esto, la persona va a disminuir su estrés generado por ese evento, y cuando eso sucede, recupera su salud, primero emocional y luego física".
Aunque esta técnica es individual, tomarla ayuda a generar cambios significativos que impactan en el resto de la familia, porque así la persona empieza a modificar su percepción de las cosas, llevándola siempre hacia un terreno positivo. "Por ejemplo, si los padres van a esta terapia y empiezan a hacer cambios reales en sus vidas, los niños lo notarán. Esto será algo benéfico porque ellos verán las cosas de modo diferente", indicó.
Cuando una persona deja de buscar el lado malo en todo –que es lo que los seres humanos hacen de manera natural–, aumenta su tranquilidad y sanan sus órganos, afirmó. "Esta terapia se toma cuando hay una enfermedad, desde una gripa hasta un cáncer, porque todo tiene una explicación y va relacionado con un estrés que tiene la persona generado por algo que ha sufrido en su vida", reiteró.
Sánchez dijo que es recomendable tomar esta terapia –que es apta para niños y adultos– cuando una persona tiene un conflicto que se repite constantemente en su vida y no sabe por qué, como el dinero, las parejas o sus relaciones. "Entonces, nosotros vemos directamente lo que está relacionado con eso y la salud", indicó el experto.
"La física cuántica nos dice que nosotros cocreamos nuestra realidad, que la vida es una proyección del alma, que es la información que tenemos dentro de nosotros. Siempre estamos proyectando lo que creemos", aseguró Sánchez.
Antes de elegir cualquiera de estas tres terapias, lo recomendable es informarse en qué consisten, buscar referencias de quien las haya tomado y asegurarse que quien las ofrezca esté capacitado para ello. Recuerda que todas las personas son diferentes y, quizá, una terapia no le acomode, no le guste o no le funcione a alguien más, pero lo que sí es muy importante es tener en cuenta que cuidar la salud mental de manera individual ayuda a cuidar la de toda la familia.