Museo del Chocolate: sabores, olores y la historia del cacao

Una breve introducción explica la parte histórica del chocolate en México

CIUDAD DE MÉXICO.- El olor a chocolate nos atrae a este delicioso museo que profundiza en la importancia histórica, cultural y gastronómica de este alimento que se consume en México desde la época prehispánica. Una de sus siete salas de exposición permanente es un pequeño cuarto cubierto de barras de chocolate ideal para las selfies.
"Hay varias instalaciones y piezas en el museo que motivan el olfato, el tacto y desde luego el goce comiendo chocolate", comenta en entrevista Ana Rita García, directora del Museo del Chocolate, que abrió sus puertas en 2012.
Al entrar al museo, ubicado en una casa de principios del siglo XX, se ofrece cacao tostado para sentir su textura y probar la materia prima del chocolate que tiene un sabor amargo. "La prueba te pone en otro nivel porque es un sabor súper intenso y que genera todo tipo de muecas, sorpresas y experiencias del gusto", detalla.
Una breve introducción explica la parte histórica del chocolate en México, la importancia del cacao entre los mayas y mexicas, la descripción que hacen los conquistadores españoles al conocer esta bebida y su producción en los conventos durante la época colonial.
La sección enfocada en el árbol del cacao, profundiza en todo lo que conlleva la cosecha y cultivo de este espécimen del bosque tropical que mide de cuatro a siete metros, con hojas grandes, flores en forma de estrella y fruto 15 a 30 centímetros con 30 a 40 semillas; que crece en México, Centroamérica, el Amazonas y la Isla de Trinidad.
En vitrinas se exhiben utensilios para preparar, servir y contener el chocolate, así como carteles publicitarios. En los cajones de una serie de estanterías de madera, se proporcionan recetas de bebidas o platillos con chocolate, como el mole poblano, y breves datos históricos del siglo XVII al XIX de países como Suiza, Holanda y Alemania.
"En cada una de estas salas hay piezas antiguas, pero también piezas de arte contemporáneo, esa es la motivación del museo, no tener una colección estática de piezas antiguas, sino que sean un vehículo de inspiración para generar nuevas obras de arte", indica la directora.
Existen dos salas que huelen delicioso, en una se encuentra un gran recipiente con chocolate en polvo en donde se puede ver de cerca la textura del chocolate y olerlo, además de hacer figuras como si fuera arena de mar.
Y la otra es un diminuto cuarto con una instalación de barras de chocolate que rodean las paredes del piso al techo y es ideal para las selfis porque hacia donde se mire hay chocolate.
El museo abre todos los días, organiza talleres, visitas guiadas, exposiciones temporales, degustación en su chocolatería y vende chocolate líquido, en barra, antojitos, postres y artículos relacionados, como libros y revistas que abordan el tema del cacao desde un enfoque histórico y gastronómico.

Museo del Chocolate
Milán 45, colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc, CDMX
@chocolatemucho