Meditan el camino de Jesús al Calvario

A lo largo y ancho de la Plaza Zaragoza, personal de la Catedral colocó 14 imágenes las cuales contenían cada episodio de la Pasión de Cristo.

Más de un medio centenar de personas se congregaron en la Plaza Zaragoza para ser partícipes de la meditación del Santo Viacrucis.

Organizado por la Catedral de Monterrey, donde desde muy temprana hora los feligreses acudieron al mencionado sitio en compañía de sus familias.

Cabe mencionar que el viacrucis, es una devoción centrada en los misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la pasión.

A lo largo y ancho de la Plaza Zaragoza, personal de la Catedral colocó 14 imágenes las cuales contenían cada paso o episodio de la Pasión de Cristo.

En la práctica de este ejercicio piadoso, las estaciones tuvieron un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio, el cual propuso a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de este momento.

Dicho núcleo central, fue presidido y seguido de diversas oraciones, además todo el trayecto recorrido fue acompañado por cantos entonados por el Coro de la Catedral.

ANTE LA MUERTE TODOS SOMOS IGUALES

Al presidir la homilía por la "Celebración de la Pasión del Señor", el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, destacó la importancia de dicha celebración y la forma en la que se lleva a cabo.

"Esta celebración es sumamente austera, la Iglesia en su pedagogía quiere recordarnos una verdad, ante la muerte todos somos iguales", mencionó Cabrera López.

Asimismo, señaló que el pobre y el rico, el poderoso y la mujer humilde, tienen la misma fragilidad de la muerte.

"En la muerte todos somos pequeños, pero también la muerte nos habla de nuestra dignidad, permanecemos como hijos de Dios", puntualizó.

Cabrera López, invitó a los asistentes a reflexionar sobre la importancia de Jesús en la liturgia.

"Hoy en la sencillez de la liturgia recordamos estas verdades: Jesús de Nazaret Rey de los judíos, el que es el Camino, la Verdad y la Vida", dijo.

Por último, exhortó a los feligreses a aceptarse con sus virtudes y defectos, y tener siempre en mente que somos seres frágiles y mortales.

"Vamos a adorar la Cruz de Cristo y al mismo tiempo aceptar nuestra pequeñez, seres humanos frágiles y mortales, pero también vamos a recordar que en nuestro bautismo, también somos reyes, pero no reyes que matan, sino reyes que aman", concluyó.