CIUDAD DE MÉXICO.- El mango, una fruta originaria de la India y el Sudeste Asiático, ha sido cultivado durante más de 4,000 años y es ampliamente reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. Estudios recientes han destacado su capacidad para mejorar la inmunidad y la salud digestiva, y sugieren que ciertos polifenoles presentes en el mango podrían reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer. Sin embargo, uno de los beneficios menos conocidos, pero igualmente importantes del mango es su potencial para proteger la salud ocular, especialmente contra los daños causados por la luz solar y la luz azul dañina.
El mango es una fruta extremadamente nutritiva. Una taza de mango fresco (165 gramos) proporciona una amplia gama de nutrientes esenciales: 67% del valor diario de vitamina C, 20% de cobre, 18% de folato, 12% de vitamina B6, 10% de vitamina A y 10% de vitamina E. Además, es una buena fuente de potasio y magnesio. Estos nutrientes no solo son esenciales para el sistema inmunitario y la absorción de hierro, sino que también juegan un papel crucial en la reparación celular y la salud ocular.
Entre los antioxidantes presentes en el mango, la luteína y la zeaxantina destacan por su capacidad para proteger los ojos. Estos compuestos ayudan a filtrar la luz azul dañina y protegen contra la luz solar, reduciendo el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) y otras enfermedades oculares. Además, el alto contenido de vitamina A en el mango es crucial para mantener una buena visión y prevenir la sequedad ocular y la ceguera nocturna.
Además de sus propiedades beneficiosas para la salud ocular, el mango también es conocido por mejorar la salud cardiovascular y digestiva. Los polifenoles del mango, como la mangiferina, las catequinas y el galato de ácido, actúan como antioxidantes, combatiendo los radicales libres y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas. Estos compuestos también pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo, un factor que contribuye al desarrollo de varios tipos de cáncer.
A pesar de su alto contenido de azúcar natural, no hay evidencia que sugiera que el consumo de mango conduzca a la diabetes. De hecho, varios estudios indican que una mayor ingesta de frutas frescas, incluido el mango, puede reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos encontró que las personas que añadieron 10 gramos de mango congelado a su dieta durante 12 semanas experimentaron mejoras en sus niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, se recomienda consumir el mango con moderación, especialmente para aquellos con diabetes, limitando las porciones a 100 gramos.
El mango es una fruta versátil y fácil de incorporar en diversas preparaciones culinarias. Se puede agregar a batidos, ensaladas, salsas y mezclas con otros alimentos, siempre moderando su consumo debido a su contenido de azúcar. Además de su delicioso sabor, el mango ofrece una combinación perfecta de proteínas, fibra, vitaminas y grasas saludables, ideal para mantener la energía y la salud general del cuerpo.
El mango es una fruta versátil y fácil de incorporar en diversas preparaciones culinarias.
Mango contiene antioxidantes que protegen los ojos de la luz solar
El mango es una fruta versátil y fácil de incorporar en diversas preparaciones culinarias.