CIUDAD DE MÉXICO.- A pocos minutos del Zócalo, en el número 13 de la calle de Moneda, se encuentra el Museo Nacional de las Culturas, uno de los cinco recintos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, conocido por tener piezas egipcias, chinas, esquimales, persas, griegas, romanas y sumerias, entre otras.
Aunque el Museo y su sala virtual valen la visita por sí misma, una de sus exposiciones, "Corea. La tierra de la calma matutina" es, desde 2019 y hasta el último día del próximo año, escala obligada.
Los devotos de la cultura coreana, pasando por los ritos funerarios y la vida cotidiana en dinastía Joseon o Choson y una selección de piezas de porcelana de las dinastías Goryeo y Joseon, pueden profundizar en lo ya enlistado y en los recovecos de su Historia a través de 110 piezas distribuidas en un área de 210 metros cuadrados en el primer piso.
Es la oportunidad de asomarse a una realidad lejana para ciertas personas en Occidente, no sólo por la distancia geográfica, sino temporal: jarras para vino, coronas, jarrones, réplicas de retratos (del erudito del siglo XVIII, Yi Jae, por ejemplo), mesas portátiles u otra réplicas, ahora de estatua de Maitreya, el Buda del Futuro, por sólo mencionar algunas piezas que, en muchos casos, provienen de donaciones de la República de Corea al Museo y que abarcan del Neolítico hasta el siglo XX, a la manera de síntesis de un capítulo de la historia de la humanidad.
La muestra, curada por la investigadora Silvia Seligson, se divide en cuatro ejes: "Ceremonias del ciclo de vida", "Creencias religiosas", "Costumbres tradicionales" y "Aportaciones: Tecnología, ciencia y expresión artística".
"Corea. La tierra de la calma matutina" puede verse de martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas. La entrada es libre.
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