CIUDAD DE MÉXICO, agosto 1 (EL UNIVERSAL).- El queso es un ingrediente fundamental en muchas cocinas, ofreciendo un sabor distintivo a una amplia variedad de platos. Desde pastas y ensaladas hasta bocadillos y hamburguesas, este versátil derivado lácteo es una delicia tanto en comidas principales como en aperitivos.
Sin embargo, el consumo de queso ha generado debate debido a su impacto en la salud del corazón, según el doctor Chen-Han Chen, cardiólogo intervencionista certificado y director médico del programa de cardiopatías del Memorial Care, principalmente por su contenido en grasas saturadas y sodio.
¿Qué tipos de queso se debe evitar para cuidar el corazón?
Queso cheddar
El queso cheddar es uno de los quesos más populares, pero también es uno de los más altos en grasas saturadas y sodio. Una porción típica de cheddar puede contener hasta 9 gramos de grasas saturadas y 180 miligramos de sodio. Estos niveles elevados pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que las grasas saturadas contribuyen a la formación de placas en las arterias y el sodio puede elevar la presión arterial.
Queso azul
El queso azul, conocido por su sabor fuerte y picante, también es alto en grasas saturadas y sodio. Una porción de queso azul puede contener alrededor de 8 gramos de grasas saturadas y 380 miligramos de sodio. Este tipo de queso es especialmente problemático para quienes tienen problemas de presión arterial alta o están en riesgo de enfermedades del corazón.
Queso parmesano
El parmesano, un queso duro y añejo, es muy utilizado en la cocina para añadir sabor a una variedad de platos. Sin embargo, una porción de parmesano puede contener hasta 7 gramos de grasas saturadas y 390 miligramos de sodio. Estos niveles pueden contribuir significativamente a una dieta alta en grasas y sal, lo que puede ser perjudicial para la salud cardíaca.
Queso procesado
Los quesos procesados, como las lonchas de queso fundido y los quesos para untar, suelen contener una alta cantidad de aditivos y conservantes, además de grasas saturadas y sodio. Estos productos no solo son calóricamente densos, sino que también pueden tener un impacto negativo en la salud cardiovascular debido a sus ingredientes artificiales y su alto contenido de grasas no saludables.
Queso brie
El queso brie, con su textura suave y cremosa, es otro tipo de queso que puede ser alto en grasas saturadas. Una porción de brie puede contener alrededor de 8 gramos de grasas saturadas. Aunque es menos salado que otros quesos mencionados, su contenido graso puede contribuir al aumento del colesterol LDL (malo), lo que incrementa el riesgo de enfermedades del corazón.
¿Qué opciones de quesos son más saludables?
Para quienes buscan opciones más saludables, se recomienda optar por quesos bajos en grasa o versiones light y consumirlos con moderación. El queso mozzarella, por ejemplo, es una excelente opción debido a sus múltiples beneficios para la salud. Contiene menos grasas saturadas y sodio en comparación con otros quesos, y es una buena fuente de proteínas y calcio. Además, la mozzarella fresca tiene probióticos que pueden favorecer tanto la salud intestinal como el sistema inmunológico.